Qué hacer (y qué no) cuando el bebé llora en el coche…

¿Tu bebé llora en el coche? Todos sabemos que muchos niños se duermen en el coche. Hay bebés a los que el ruidito y el movimiento del coche les relaja y van tranquilos. De hecho hay muchos que aprovechan cada trayecto para echarse una siestica, y no es raro escuchar historias de padres que se pasean en coche por la noche con el niño a ver si así consigue dormir… Pero esto no ocurre con todos los niños. También los hay a los que el coche no les hace nada de gracia y en cuanto les sientas empiezan a ponerse nerviosos, a llorar, retorcerse, e incluso algunos se llegan a hacer caca o incluso vomitan… Este es un tema que me habéis pedido mucho, me lo preguntáis mucho en las charlas, y además, es un problema que también hemos tenido nosotros mismos con nuestros hijos. Vamos a hablar de qué podemos hacer y qué es mejor que no hagamos cuando el bebé llora en el coche. 

Seguro que a muchos también os suenan esos trayectos de en principio pocos minutos, que al final acaban durando una eternidad… ¿qué podemos hacer para que el niño tolere mejor los viajes en coche? Al final esto depende un poco del niño y del estilo de cada familia, así que vamos a repasar varias opciones por si alguna no se os hubiera ocurrido…

Mi bebé llora en el coche: ¿qué hacer?

La primera, por obvia, es limitar en la medida de lo posible los desplazamientos en coche. Si el bebé llora en el coche y lo pasa tan mal, tenemos que intentar minimizar en la medida de lo posible el coche, y cuando sea posible, ir en bus, metro o andando. Aunque tardemos un poco más, si nos evitamos un gran disgusto, quizá merece la pena cambiar un poco de hábitos. Eso de que “se acostumbre” no siempre funciona, y de hecho si lo forzamos, a veces ocurre que en lugar de acostumbrarse, lo pasan cada vez peor…

¿Y si no lo podemos evitar? Sigamos…

Si el bebé va solo en la parte trasera, quizá uno de los padres o un hermano, pueda ir con él detrás, acompañándole, diciéndole cositas, jugando con él, cantando… 

Otra cosa que a veces no tenemos en cuenta es el sol, y es algo que puede ser muy molesto para el bebé; tintar los cristales, poner alguna cortinilla o incluso unas gafas de sol puede facilitar algo las cosas.

La música es  la gran compañera de los viajes en coche. Cada uno tiene su música favorita y los bebés también. Mi mujer, por ejemplo, les ponía una misma lista de música desde que los llevaba en la tripa y luego esas canciones nos han sido súper útiles tanto para calmarles en los desplazamientos en coche como para dormirlos… les relajaban mucho más que cualquier otra música. Y si además de poner la música, les cantáis, suele gustarles mucho más.

Pero luego tenemos nuestro as en la manga, lo que nosotros llamamos “el ofucaca”. Es un anuncio de caramelos japonés que, según parece, llega a calmar el llanto del 96% de los casos. Dicen que la frecuencia de los sonidos que tiene, es especialmente atractiva para los bebés, de ahí su espectacular efecto, junto con el reflejo de orientación ante unos sonidos muy marcianos. El caso es que sea como sea, funciona: cuando la cosa está ya bastante chunga, la bebé está llorando con fuerza y nada parece calmarle, ponemos esta canción y de repente se calla… Hay que aclarar que, no hace falta que le pongáis el móvil delante para que vea los dibujos, en el caso de nuestras hijas, solo con escuchar la canción, ya se tranquilizan. Y si la cosa se pone muy complicada, quizá podéis enseñarle los dibujos, pero mejor no hacerlo, al menos inicialmente.

Otra opción que hemos descubierto hace poco y que también funciona si el bebé llora en el coche es el Baby shark. Muchos de vosotros lo conoceréis ya, pero los que aún no lo conozcáis, pensarlo dos veces antes de darle al enlace que os dejo, porque una vez lo hayáis escuchado puede costaros un poco dejar de escucharlo en vuestra cabeza… el que avisa no es traidor.

Otro punto a tener en cuenta si el bebé llora en el coche es el hambre y el sueño. Como hemos dicho, algunos niños se duermen en cuanto tocan coche, pero en el caso de niños que se ponen nerviosos, entrar con sueño puede ser llanto asegurado. Para los niños que llevan mal el coche, empezar el viaje después de un reseteo de siesta-teta y pañal, puede ser mejor opción. Y por eso mismo, ojito con los horarios; todos los niños tienen sus momentos mejores y peores, y luego está “la hora del miedo” en la que la gran mayoría están intensos. Mejor planificar el viaje y evitar esos momentos… y aunque nos sepamos de memoria el camino, no está de más consultar Google Maps para evitar posibles atascos.

Tampoco es mala idea (y por eso todo el mundo lo hace) tener un arsenal de chupetes, sonajeros, juguetes, comida, bebida, pantallas… Lo que sea. Pero hay que tener en cuenta que cualquier objeto que vaya suelto en el coche puede ser peligroso en caso de accidente, y también hay que ir con ojo con los alimentos atragantables y vigilar a los niños siempre que estén comiendo.

¿Dar teta en el coche si el bebé llora?

Y hablando de seguridad, está el tema de la teta en el coche. Esto es algo que me han comentado muchas veces, “claro, es que llora tanto que no me queda otra que sacarle de la silla y darle teta” Entiendo lo que supone que el bebé se ponga a llorar. Me ha pasado con mis dos hijas y también me he visto bastante limitado por esto, pero no me canso de decir por activa y por pasiva que bajo ningún concepto hay que sacar al bebé de su sistema de retención infantil con el coche en marcha. Si hace falta parar para darle teta, se para, se le da toda la teta que haga falta, nos relajamos todos y lo volvemos a intentar. Y si hay que hacerlo 20 veces, se hace 20 veces. Aunque suene duro, es mejor dejar al bebé llorar hasta que encontremos un sitio seguro en el que parar, a sacarlo de la sillita y tener un bebé muerto. Y la opción de la madre, sin el cinturón de seguridad encima de la silla del bebé dándole teta tampoco me vale, que no es plan de dejar huérfana a la criatura. Así que por favor, paramos las veces que haga falta. 

Luz al final del túnel…

Pero bueno, no me gustaría acabar este artículo sin recordaros que hay luz al final del túnel. Os decía al principio que nosotros sabemos lo que es eso porque hemos pasado por ahí; lo pasamos hace 5 años, y lo estamos volviendo a pasar ahora. Mientras que el mayor siempre iba tan tranquilo en el coche, su hermana y luego la pequeña parecía que les fuera a dar algo. Lo llevaban fatal. Pero poco a poco, cuando parecía que la cosa no podía ir peor, empezó a mejorar. Dejamos de ver el coche con miedo, empezamos a hacer excursiones más largas, a irnos de viaje… algo que antes ni podíamos imaginar. Recuerdo la primera vez que fuimos de Barcelona a Valencia, parando tan sólo a hacer un pipí casi al llegar a casa; todo el camino los dos mirando por la ventana, distrayéndose con las cosas del paisaje, cantando… ¡Menudo respiro! Y esto mejora porque ellos maduran, se distraen mejor y entienden que no están en una situación de peligro. Pero es algo que puede costar un tiempo, así que no os desesperéis, que al final se soluciona, tan sólo hay que tener un poco de paciencia y algunos trucos para hacer esta época un poco menos difícil.

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Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.
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