El alcohol, ¿la droga más peligrosa? (II)

En el anterior artículo, vimos que el alcohol era una droga con unas importantes implicaciones, tanto a nivel personal como social, pero ¿qué entendemos por consumo peligroso?, ¿es problemático nuestro consumo?

Para evaluar nuestro consumo de alcohol lo primero que debemos aprender es a calcular los gramos de alcohol que contiene una bebida alcohólica: debemos multiplicar la cantidad en mililitros de la bebida por su graduación alcohólica por 0,8; luego, dividiremos el resultado por 100 y habremos obtenido los gramos de alcohol de la bebida.

Por ejemplo, para 250ml de una cerveza de 4,8º de alcohol: (250 x 4,8 x 0,8) /100 = 9.6 gramos de alcohol puro.

Para simplificar los cálculos, podemos emplear lo que se denomina Unidad de Bebida Estándar (UBE), que equivale a 10 gramos de alcohol puro. A modo de ejemplo, veamos la cantidad de UBEs de diferentes bebidas:

  • Cerveza (200ml): 1 UBE
  • Vino (200ml): 1 UBE
  • Coñac, whisky, ginebra, vodka, etc: 2 UBEs

En general, el consumo de riesgo se define como aquella pauta de consumo que puede implicar un alto riesgo de daños futuros para la salud física o mental, pero que no se traduce en problemas médicos o psiquiátricos en el momento actual. En Europa se tiende a considerar el límite para el consumo de riesgo en 5 UBEs/día para hombres y 3 UBEs/día para mujeres, sin superar los 28 o 17 UBEs semanales, respectivamente para hombres y mujeres.

También se considera bebedor de riesgo aquella persona que consume gran cantidad de alcohol en poco tiempo, esto es, más de 5 bebidas en un periodo de tiempo corto, al menos, una vez al mes (por ejemplo, durante un botellón)

Ahora bien, ¿cuales son las características de un bebedor no problemático? El bebedor no problemático sería aquel que cumple los siguientes 10 criterios:

  • Ser mayor de 18 años.
  • Si es mujer, no estar embarazada ni en periodo de lactancia.
  • Estado nutricional adecuado.
  • Bebidas ingeridas aprobadas por las autoridades sanitarias.
  • No presentar embriaguez atípica.
  • Consumo de alcohol sin consecuencias negativas para uno mismo ni para otros.
  • No haber presentado problemas familiares o laborales debidos al consumo.
  • No depender del alcohol para sentirse más feliz o para poderse comunicar más fácilmente.
  • No presentar patologías que se agraven o descompensen con el alcohol.
  • No embriagarse.

Con esta información, ¿creéis que vuestro consumo es de riesgo?, ¿cumplís los criterios que definen a un bebedor no problemático?

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Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.

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