El día que me hice viral

Muchos ya sabéis cómo empieza la historia, porque lo conté en mi último post. Estaba yo en el supermercado, alguien me dijo algo, y utilicé esa anecdota para escribir un post. Pues bien, 72 horas después lo habían leído más de 180.000 personas sólo en mi página web, además lo han publicado en El País, Cadena Ser, La Voz de Galicia, Ser Padres, Solohijos, La Nación (Argentina), Los Andes (Perú) y un largo etcétera. Ahora voy a intentar resumiros un poco todo lo que sucedió desde que publiqué el artículo.

Yo no ayudo a mi mujer con los hijos

Todo empezó como empiezan muchos de los artículos que escribo: con una anécdota. Algo que me ocurre y que utilizo como excusa para tratar algún tema que me parece interesante. Tras la «famosa» anécdota del supermercado, llegué a casa, le dimos la comida a los bebés, y cuando éstos estaban durmiendo la siesta aproveché el momento de breve calma para escribir sobre lo que había ocurrido. Como suelo hacer siempre con cada artículo, le pasé el borrador a mi mujer para que lo supervisara (ella siempre lo lee todo antes que nadie y me aporta ideas valiosísimas), elegí una foto de mi hija para ilustrarlo y lo dejé todo listo para el lunes subirlo al blog.

A partir de ahí, la locura. En pocas horas había superado el número máximo de visitas diarias que recibía el blog marcando un nuevo récord. Pero muy poco después lo duplicó. Y luego lo multiplicó por cinco. Por la tarde, pensando que había llegado al pico máximo de visitas, publiqué en mi cuenta personal de twitter:

Pensaba que ahí acabaría todo, pero no. Al día siguiente me levanto y descubro que me enlazan desde el suplemento SModa de El País y que incluso me hacen un hueco en su portada:

Horas después tuve que ampliar el ancho de banda de mi servidor porque la web se cayó, aunque pese a ello, no llegó a gozar de muy buena salud por el aluvión de visitas durante varios días. De repente no paraban de llegar RT, likes, comentarios, compartidos de Facebook e incluso empiezo a ver titulares del tipo «No imaginan lo que le ocurrió a este psicólogo en la cola del supermercado», «Este psicólogo va a decir algo que les va a sorprender, hagan click aquí para descubrirlo», una risa. La verdad es que me parecía todo bastante surrealista y me hacía (y me hace) mucha gracia ver a gente que no conozco de nada contar una historia que me había pasado unos días antes. Por la tarde veo que se hacen eco del artículo en el periódico argentino La Nación, y el tema se extiende por aquel hemisferio, siendo mi web ya casi inaccesible durante el resto del día. Un artículo que había escrito en 15 minutos se había viralizado.

Al día siguiente (miércoles 17), estando en la farmacia comprando las vacunas para la revisión de los niños, recibo una llamada de un número oculto, la cojo, y de repente, sin previo aviso, estaba hablando en directo con una radio nacional argentina, la Cadena 3, que se hacía eco desde ese día por la madrugada de mi artículo:

Ese mismo día por la tarde La Ventana, de la Cadena Ser, abría comentando mi artículo, al cual le dedicaron un espacio de participación ciudadana bajo el hashtag #amosdecasa y unos cuantos minutos durante la primera hora del programa:

Amablemente, me invitaron a participar en el programa, y estuve un rato hablando con ellos sobre el artículo, sobe el rol de la mujer en la sociedad, etc. así como comentar con algunos oyentes que llamaron para opinar sobre estos temas.

El mismo día que publiqué este post que estáis leyendo aún realicé una entrevista más para hablar sobre este asunto, en este caso, para el programa Ser Social, de la radio CNN Fisherton de Rosario (Argentina). Fue una entrevista un poco más larga que las anteriores y en la que me sentí verdaderamente cómodo. También os la pongo aquí por si queréis escucharla:

Quienes me conocen saben que digo muchas tonterías. Muchas. Y la verdad es que me alegra muchísimo haber alcanzado ese nivel de «viralidad» hablando sobre algo que no lo es, sino sobre un tema que creo que es de una relevancia absoluta: la corresponsabilidad, la igualdad entre hombres y mujeres, derribar barreras sexistas, educar en la igualdad. Que cualquier otro artículo hubiera llegado a esto me habría alegrado, pero que lo haga este me enorgullece enormemente.

Y bien, ¿por qué estoy escribiendo esto ahora? Pues un motivo es dar las gracias. Como bien decía mi abuela, «es de bien nacido el ser agradecido», y si tantas personas os habéis tomado la molestia de leerme y compartir mi historia, lo menos que puedo hacer es daros las gracias. Y también lo escribo para mí mismo, para recopilar los enlaces y capturas de aquellos que me han publicado el artículo y así, dentro de un tiempo cuando se haya pasado todo esto, reírme un poco recordando mis 15 minutos de fama. Que ya lo dijo Warhol.

«En el futuro todo el mundo será famoso durante quince minutos. Todo el mundo debería tener derecho a quince minutos de gloria.». Andy Warhol.

En la fecha en la que publico este post, el artículo original se ha leído ya unas 240.000 veces, siendo de lejos el artículo más leído del blog (seguido por El papel del padre en la lactancia con 23.000 visitas), y ha recibido 80 comentarios en su entrada del blog.

Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.

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