En la crianza, cualquier tiempo pasado no fue mejor [Vídeo]

En el momento llegan los hijos, o incluso desde el mismo momento del embarazo o la búsqueda, no faltan personas a nuestro alrededor que nos avisan de los peligros que están por llegar: «qué envidia el momento en el que te encuentras… prepárate, que lo que viene sí que es duro» Y esto es algo que se repite prácticamente en cada fase de la crianza de nuestros hijos. Sobre esto voy a hablar en la Píldora de Psicología de esta semana, ¡espero que os guste!

Cuando estás embarazada estás llena de dudas. En tu cabeza sólo caben preocupaciones acerca del embarazo, el parto, que todo salga bien y que tu hijo esté sano. Además, parece que te hayan hinchado con el bombín de la bicicleta y ya casi ni puedes levantarte sola de la cama. Y se acerca esa amiga con un hijo un poco mayor y te dice… “¡ay!, ¡qué envidia el embarazo! Disfruta ahora, disfruta… que cuando nazca no sabrás lo que es descansar… ¡aprovecha!”

Pasa el tiempo, tu hijo nace… y no das abasto. Cuando no llora, está a la teta o estás preparando biberones y limpiando cacharros. Que si duerme, que si no duerme, los pañales (que hay que aprender, claro está). Y esa sensación de fragilidad que parece que se vaya a romper en cualquier momento. Y te visitará esa amiga con un hijo un poco mayor y que te dirá…“¡ay!, ¡qué envidia cuando son tan pequeños y están tan quietecitos! Disfruta ahora, disfruta… que lo difícil viene cuando empieza a gatear”

Y sigue pasando el tiempo, y tu hijo empieza a gatear, y es en ese momento cuando te das cuenta de que tu casa es un peligro. El bebé trepa por todos los muebles, se intenta dar golpes con todo lo que encuentra, y mientras estás forrando de espuma las esquinas de los muebles, aparece otra vez esa amiga y que te dice… “¡ay!, ¡qué envidia cuando sólo gatean! Cuando empiece a andar, ya verás, ya… te vas a romper la espalda corriendo detrás de él”

… y así, con cada etapa que vas quemando, prácticamente hasta que el niño entra a la universidad.

La cuestión es que, en temas relacionados con la crianza (y en muchos otros también) somos un poco egocéntricos. Tendemos a magnificar las dificultades del momento en el que nos encontramos, y olvidamos con mucha facilidad las que nos hemos encontrado en el pasado. Además, olvidamos que cada niño y cada familia son distintos, lo que para unos es sencillo, para otros es un mundo. Envidiamos al niño que come bien, pero no valoramos todas las horas seguidas que hace durmiendo el nuestro.

El desarrollo de un niño es un proceso fascinante, te hace sentir el vértigo de cuán rápido avanza todo. Y algo que debemos aprender e interioridad es que todo es pasajero. Lo bueno y lo malo. Esos momentos tan dulces mirando dormir a tu bebé, pasarán. Esas noches en vela y ojeras hasta el ombligo, pasarán. Cada etapa tiene su lado positivo y su lado no tan amable, y debemos ser conscientes de ello, en primer lugar para no desesperarnos ante las dificultades, y también para ayudar a esas otras personas que están a nuestro alrededor en momentos o con dificultades distintas a las que nosotros hemos vivido.

Si os gustan estos vídeos os invito a que os suscribáis al canal de Píldoras de Psicología en YouTube para enteraros antes que nadie de cada nuevo vídeo, poder dejar comentarios, recomendaciones y compartirlo con vuestros contactos. Si tenéis alguna sugerencia acerca de temas que os gustaría que tratara en el videoblog, podéis escribirme a: pildoras@albertosoler.es/

Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.

Tags: No tags

3 Responses

Responder

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.