Muchos de vosotros sabéis que hace tres meses me estrené en esto de la paternidad con dos bebés preciosos; aparte de inaugurar la época más feliz de mi vida me está permitiendo aprender muchas cosas y ser testigo en primera persona de cómo la sociedad se relaciona con la infancia y la crianza.
El otro día, estando con unos conocidos, volvió a darse una situación que se está convirtiendo en algo relativamente frecuente. Uno de los bebés se puso a llorar y automáticamente la cogí en brazos y se tranquilizó. Al suceder esto parece que se activó una especie de alarma en una de las personas que estaban con nosotros: «esa lo que quiere son brazos», dijo. Pero el comentario no lo hizo como quien describe algo obvio («el cielo es azul») sino como habiendo descubierto una oscura trama de manipulación en un bebé de menos de 100 días para lograr meterse a los padres en el bolsillo.
No comento esto por tratarse de un hecho aislado, sino más bien por todo lo contrario. Parece haber una gran preocupación en la sociedad por la «dependencia» de los bebés hacia sus padres y por aquellos inconscientes padres que «malcrían» a sus hijos. Pero, ¿qué entendemos exactamente por dependencia?, ¿qué es macriar a los niños?
Respecto a la dependencia la verdad es que hay muy poco que hablar. Los niños nacen absolutamente dependientes, y lo son durante toda su infancia ganando su independencia de forma muy progresiva. Y esa dependencia suele ser hacia sus padres (si un niño no depende de sus padres, algo raro sucede). Dependen de ellos para comer, para desplazarse, para estar limpios, para protegerse, para tener apoyo y consuelo emocional, para aprender, para expandir sus límites, y también para poco a poco ir luchando por su independencia.
Luego tenemos eso de «malcriar» a los hijos. Llama la atención que llamemos malcriar a coger en brazos, a responder pronto a sus necesidades, a no dejarlos llorar, etc. ¿Cómo llamamos entonces a lo que hacen aquellos padres que no los cogen en brazos «para que no se acostumbre», que no responden pronto a sus necesidades «porque nos tiene cogida la medida», que les dejan llorar «para que se les ensanchen los pulmones», etc.? Quizá tenemos un poco alterados los conceptos de lo que consideramos biencriar y malcriar.
El problema es que nuestra sociedad no parece ir al mismo ritmo que nuestros hijos, y acabamos haciendo que éstos vayan al ritmo de la sociedad. Si un niño es activo es que se porta mal; si come lento es mal comedor; si le cuesta un poco más aprender es que tiene «dificultades de aprendizaje». La sociedad impone a los más pequeños un ritmo injusto, haciendo que ya desde los cuatro meses tengan un horario «de adulto» de 08:00 a 15:00, que no abandonarán hasta su jubilación.
Un niño es «bueno» si no llora, si no se despierta por la noche, si demanda poco alimento, si no protesta al alejarse de sus padres. Más que bueno, lo deberíamos llamar «no molesto», «silencioso», «poco demandante», «pasivo», «tranquilo», etc. (se me ocurren muchas formas de llamar a un niño así, pero no diría que eso es un niño bueno). Y si un niño se limita a hacer lo que le toca por edad (esto es, llorar, despertarse por la noche, necesitar el contacto y la cercanía con sus padres, demandar atención, etc.) decimos que es «malo» o, en el mejor de los casos, «es que es muy listo», «ese sabe muy bien lo que quiere», y demás formas veladas de transmitir a los padres que han perdido su oportunidad de demostrar «quién es el que manda» y que a ellos «nadie les toma el pelo».
Quizá en este punto a algunos les esté pareciendo esto un alegato en contra de poner límites a los niños; quizá piensen que estoy defendiendo algo así como:
En absoluto; de lo que estoy hablando es de la crianza con apego, y eso no tiene nada que ver con consentir a los niños.
[box type=»info» ]La “crianza con apego” (attachment parenting), es una filosofía basada en los principios de la teoría del apego, término acuñado por el psiquiatra y psicoanalista John Bowlby. Según la teoría del apego, un fuerte enlace emocional con los padres durante la infancia, también conocido como apego seguro, es precursor del desarrollo de una personalidad segura e independiente, un buen comportamiento, independencia, y relaciones buenas y sanas. Este tipo de crianza tendrá efectos positivos durante toda la niñez, adolescencia y adultez.[/box]Si un niño se tira al suelo en un supermercado y berrea porque quiere un helado, no creo que la mejor opción sea comprárselo para que calle. Si un niño va directo hacia el balcón sin ningún tipo de precaución, hay que ponerle límites (y físicos a ser posible). Ya he hablado en otras ocasiones del método de las consecuencias lógicas y naturales, un método de disciplina positiva respetuoso con los derechos del niño. Y muy efectivo.
Esas formas tan anticuadas de ver la educación están muy presentes aún en muchos padres (y médicos, educadores, etc.) que ven a los niños como seres manipuladores, como un enemigo a batir. Nos iría mucho mejor tanto a nivel individual como social si comprendiéramos que la crianza y la educación no son una batalla constante. No tenemos que demostrar nada. Nuestro hijo no es el enemigo a batir sino un proyecto de adulto que requiere todo de nosotros, no sólo alimento y techo, sino afecto. Gracias a ese afecto y a la calidad del apego que tenga nuestra relación, construirá las bases que le permitirán explorar el mundo y desarrollar su independencia de manera segura.
Es más fácil construir niños fuertes que reparar adultos rotos. Frederick Douglas.
Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.
Cómo te comentaba por twitter (@carlachan), me llama la atención lo se someter los niños a un horario fijado por los adultos, por eso me gustaría saber tu opinión sobre el colecho y todo lo que implica.
Personalmente, soy una persona que cree más en la crianza con apego que en la tradicional, pero hay cosas que no entiendo, y entre ellas es el colecho. Entiendo que cuando son muy pequeñines nos necesitan cerca, porque es mejor para atender sus necesidades, pero esas necesidades disminuyen a la vez que crecen y sobretodo por la noche. No puedo entender el colecho (a partir de los 12 meses más o menos, que es lo que se está poniendo muy de moda) cuando los niños necesitan unas horas de sueño, muchísimas más, y los adultos otra, algunas menos. Y menos aún, no entiendo esa necesidad de estar continuamente en contacto con los niños como si estuviésemos más pendientes de sus necesidades . Muchas veces creo que los padres desarrollan una dependencia emocional sobre los niños que va más allá de cubrir las necesidades de éstos (incluso con la crianza con apego). Creo que tener hijos no es renunciar al espacio personal y propio, se puede creer en la crianza con apego sin llegar a extremos, ¿no? A veces me siento de lo más talibana en estos aspectos, no suelo opinar mucho sobre estas cosas pero creo que se me nota en la cara cuando alguien me habla de ello y me hacen pensar que seguramente crean que querré menos a mis hijos por querer que duerman en su cama.
Hola Carla,
Muchas gracias por tu comentario, me parece un debate muy interesante.
Respecto al colecho, mi opinión es que es una opción más que tienen los padres a la hora de gestionar el tema del sueño. Algunas cosas “objetivas” respecto al colecho es que la opción más segura hasta los 6 meses es que los bebés duerman en una cuna de colecho en la habitación de sus padres, lo cual favorece la lactancia y reduce riesgo de SIDS (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante). Por otro lado el colecho en la misma cama NO es recomendable si los padres fuman, beben, toman sedantes, etc. ya que incrementa el SIDS. Si se cumplen las medidas de seguridad, parece no haber mayor problema. Algunos documentos al respecto son los siguientes:
• Ministerio de Sanidad: http://www.msssi.gob.es/organizacion/sns/planCalidadSNS/pdf/equidad/cuidadosDesdeNacimiento.pdf
• Asociación Española de Pediatría: http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/documentos/colecho-sindrome-muerte-subita-lactancia-materna-consenso
• UNICEF: http://www.unicef.org.uk/Documents/Baby_Friendly/Statements/UNICEF_UK_statement_bed_sharing_research_210513.pdf
Más allá de los 12 meses sigo creyendo que es una opción muy personal de los padres; si padres y niños están de acuerdo, no veo mayor problema. No conozco niños “mayores” que sigan compartiendo cama con sus padres, llega un momento en el que de forma natural se produce el tránsito a la cama infantil. Es verdad que los niños duermen más que los padres. Aquellos que hacen colecho más allá de los meses iniciales suelen llevar a dormir a la cama a los niños a su hora, y luego éstos se duermen. Si todos están a gusto, es una buena opción. Si hay una sola de esas personas que no esté de acuerdo, hay que debatir y tomar decisiones.
Respecto a la dependencia emocional de los padres antes tendríamos que definir bien los límites que hay entre amor, cuidado, cariño, dependencia, etc. Es muy complicado. Desde mi punto de vista, la dependencia de los padres hacia sus hijos no sólo es normal, sino que es un mecanismo evolutivo necesario que facilita el cuidado y la atención a los bebés. La separación de los niños genera una serie de emociones negativas en los padres que facilitan la “supervivencia” del niño en caso de peligro (hablo desde el punto de vista evolutivo, por supuesto). Conforme crecen los niños y van siendo más competentes y autosuficientes esa dependencia mutua se reduce, lo que posibilita el explorar el mundo.
Dices que “tener hijos no es renunciar al espacio personal y propio”. Todo depende de la edad. Creo que tener hijos, sobretodo de determinadas edades, implica reducir mucho ese espacio personal que progresivamente se va recuperando. Pero creo que no es incompatible tener ese espacio personal y tener hijos.
No obstante, no creo que se sea mejor o peor padre por meter a tus hijos en la cama o no. Como he dicho antes, es una cuestión de decisiones que cada familia debe adoptar en función de sus necesidades, preferencias, forma de ver el mundo, etc. sin que una sea mejor que otra. 🙂
¡Muchas gracias por tu respuesta! Realmente yo también creo que es una decisión libre de cada familia a la que acogerse y adaptarse según necesidades, sin que una sea mejor una que otra porque unos u otros lo digan :).
con el poco tiempo que pasamos hoy en día los padres y madres con nuestros hijos, es maravilloso tenerlos en su camita adosada a la nuestra durante la noche, así ellos duermen plácidamente sabiéndose queridos y acompañados, lo mismo los papás espantan un poco ese gran sentimiento de abandono por dejar a los hijos todo el día en manos de otros.
Me encanto tu respuesta
Referente al punto del espacio personal: si bien uno se envuelve en la maternidad (tengo una bebe de 4 meses), cuando pasas en casa las 24 horas del día, solo con ella, el esposo sale de casa a las 7 de la mañana y vuelve a las 8 de la noche, no hay persona que ayude con el tema de almuerzo y aseo por tema económico, debo decir que por un tema de auto cuidado, es necesario que la madre tenga un tiempo para ella, incluso solo para una buena ducha (que no sea pasar por el agua corriendo porque la bebe despertara), o salir a comprar algo de ropa o ir a visitar a alguien. Esto no tomará más de una hora en el día y ayuda mucho a regular el estrés poder volver con las pilas cargadas, sino también el bebe absorbe el cansancio y la irritabilidad de la madre, quien en ese estado no podrá responder con mucha paciencia a sus necesidades. Lo comento porque me ha ocurrido y lo mas sano ha sido darme un pequeño espacio para mi en el día.
Hola, yo estoy a favor del colecho, aunque creo que cada uno debe hacer lo que le vaya bien, pero siempre teniend en cuenta las necesidades del niño, en nuestro caso siempre ha dormido con nosotros, y ha sido muy fácil ya que lo amamanté hasta los 3 años, pensábamos que se iría pronto a su cama, pero qué va, se iba unos días y luego volvía…ahora tiene 11 años y hace más o menos 1 mes que duerme en su habitación…y lo echamos de menos!!! jajajajaj. Pero él sabe que puede venir cuando quiera. Y tengo que decir que es un niño muy independiente, desde los 3 años ha dormido fuera, en casa de amigos, con el colegio…y lo más importante es que hemos actuado según lo sentíamos sin hacer caso a otras personas, ni a libros que parecen que lo saben todo y a nosotros nos parecían sádicos. Todos necesitamos brazos, compañía, atención…cómo no van a necesitarlo nuestros hijos! sería un problema ni no nos reclamaran.
Un saludo,
Belén
[…] la cual le proporciona tranquilidad, seguridad, apoyo y cercanía. Es un punto fundamental del apego hacia la madre. […]
[…] y la crianza, ya que el día a día deja muchísimas anécdotas; ya os hablé hace unas semanas del apego, los brazos y los “peligros” de los que te alerta la gente cuando te ve coger en brazos a tus hijos. Pues bien, hoy ha vuelto a […]
Yo a mi bebe lo tuve en mis brazos todo lo que pude porque se que dura pocoasi q lo aprobeche un monton a ese bebe pequeñito!! Aunque me decian q lo iba a malenseñar. Si… Veces necesitan limites. Pero darles amor abrazarlos besarlos y mimarlos nunca puede ser malo.
Yo lo que debato es que los extremos nunca son buenos. Un niño no siempre tiene que salirse con la suya, por mas pequeño que sea. A veces consiguira los brazos por que lo necesite y el adulto asin lo considere. Y otras no porque lo imponga el ( haga el marrano). Los niños tienen que aprender que el no es «no» y no pasa nada. Por favor esos niños que comen o meriendan jugando no pasa nada porque se sienten un momento, que ni la comida les va a sentar bien. La propia sociedad no siempre te facilita las cosas. Y hay mucha gente que no asume el «no».
Gracias…una educadora infantil que lucha por dar a cada niño lo que necesita, no lo que quiere!
Hola! Todabía le estaba dando vueltas al articulo y sobre todo al mensaje de tu articulo » Esa lo que quiere son brazos «.
Yo como educadora tengo mi teoría que quisiera compartir. En general hay como una especie de preocupación porque los niños lloren ( cualquier edad, pero ahora hablo de los que todavía no hablan) creo que no pasada nada es su manera de expresarse. Hay niños que en el llanto noto que son más exigentes que otros. Me explico hay un momento puntual que me los llevo al cambiador uno por uno, para cambiarles el pañal. Al principio de curso todos lloran porque te pierden de vista (se sienten angustiados, más la angustia sumada de los primeros días por no tener a su madre cerca). Les voy diciendo estoy aquí, ahora voy, hay quien deja de llorar, otros vienen (caminando, gateando) y hay quien no para de llorar lo cojo lo llevo al cambiador para que me vea, lo siento en el suelo para seguir cambiando al otro niño…sigue llorando. Realmente llora porque se siente angustiado o porque reclama mi atención? Puede que tenga envidea del otro niño!. Pero el también ha tenido su momento. Considero que también ha de aprender que todo el rato no puede conseguir mi atención, que ha de aprender a compartir a la educadora. Y lo hacen «que remedio deben pensar».
En el caso de una madre o padre lo cogemos a la primera que llora para atender a su demanda o la mía propia porque yo estoy angustiada/o y no lo quiero oír llorar. Es igual la demanda que sea cada uno que haga lo que considere oportuno y como mejor se siente. Da igual lo que digan los demás o que haiga escrito quien sea. De todas maneras siempre hay alguien que te va a juzgar!!!. Pero creo que todos deberíamos reflexionar porque lo hacemos y no justificar nos, ni criticar a los demás. Tanto si lo coges a la primera como más tarde todo esta bien cada uno tiene su criterio.
Muchas gracias por dejar expresarme.
Envidia de otro niño?! A esa edad? A ver, comprendo que debe de ser agotador y frustrante encontrarte con una sala llena de bebés q necesitan atención, pero de ahí a pensar que tienen que «aprender» a tener cada uno su momento y compartir su educadora…
Estoy a favor de la crianza con apego y del colecho hasta que mi hijo diga «no me apetece más», así, con palabras. Pienso que los hijos están para eso, para invadir tu espacio personal durante un tiempo, el tiempo que ellos necesiten, no el que los padres quieran.
Yo creo que «todo esta bien, cada uno su criterio» mientras no sea a mi hijo al que dejas llorar sin coger. Y precisamente esta es la razón por la que nunca llevaría a mi hijo a una escuela infantil, al menos durante el primer año.
Esta muy bien ser respetuosos con las opiniones de los demás, pero no dejan de darme pena los hijos de esas personas que necesitan su espacio y que no dan pecho porque «me quede sin leche»… Anda ya.
Siento esta respuesta un tanto polémica en este blog que me encanta. Mi enhorabuena por esta entrada de la que me hago eco. Yo tampoco suelo comentar nunca, pero que una educadora (un profesional que se dedica a esto) me diga que un bebe tiene envidia de otro y que no comparte a su educadora me hace deprimirme y preguntarme qué gente dejamos que cuide a nuestros hijos.
muy de acuerdo contigo, los cuidadores de niños deben cambiar y entender que los bebés no traen los traumas que tenemos los adultos, ellos son ángeles que sólo piden amor y a los cuales haya que atender en todo momento con amor, unos necesitarán más otros necesitarán menos según vayan pidiendo.
Harias mucho mejor en no creer que la tuya es la unica manera sana de criar a tu bebe… ninguna madre quiere menos a su bebe por que no haga las cosas como tu. Por otro lado estas juzgando a una profesional que hace su trabajo lo mejor que sabe y puede, por que cariño mio… he de informarte que las educadoras no somos pulpos, y si hay 9 bebes de meses en el aula,no podemos cogerlos a todos a la vez. Pero si les hablamos, les cantamos, les tranquilizamos, les transmitimos que no pasa nada y que estan seguros,y tambien les abrazamos, les cogemos, les besamos y les mimamos, te lo digo por mi propia experiencia. Hay muchas formas de transmitirle paz y amor a un bebe, y no siempre es cogiendole en brazos. Las miradas son muy importantes, las palabras… y si, lo entienden.
Pero no juzgues, no lo hagas sin saber, no juzgues mi trabajo, que adoro,que me hace feliz.
Me encanto tu respuesta. Es cierto. Lo mejor es el colecho, y no dejar a nuestros niños con cualquiera
Luisa: ojalá me leas, soy directora de un Centro Infantil, de 3 meses a 3 años y medio, niños muy pequeñitos, por el mismo hecho no toleramos que lis niños demanden atención y lod dejrmos llorando creyendo que se resignaran, eso es tener total desconocimiento de las nevesidades de los niños.
Para evitar esas sitiaciones, pasamos con las madres o personas cercanas al niño por un proceso de adsptación, puede durar dd una semana a dos, pero tiene que asistir con alguién de la familia para llegar a tener seguridad, se trabaja junto a la familia, primero debd permanecer una hora o dos dependiendo de la tranquilidad del pequeño, participa dd las actividades junto a la persona dd du familia, cada día sd aumenta el tiempo dd asistenvi poco a poco, la diguiente semana es al revés, lo dejsn unz horay luego dos y así hasta lograr qud rl pequeño adquiera seguridad y confianza.
Además lo recomendable es que cuanto mad pequeño el niño o niña, debe haber mas parvularias y por supuesto prifesionales.De otra manera los lugares de acogida sr convierten en simples guardaderos con graves consecuencias en la vida adulta de esos niños quienes presentan inestabilidad emocional.
De todos los seres de la naturaleza. el hombre es el único que al nacer necesita de su madre y no puede valerse por sí solo. Peor si debe asistir a lugares donde no hay profesionales que conozcan del desarrollo evolutivo de los niños.
Quisiera dejar como comentario que esto de creer que los niños manipulan para ser alzados es algo cultural en mi país Argentina , y se irá cambiando con el paso del tiempo. Soy madre de 7 hijos y tengo 63 años, mis 2 hijas mayores están en la cuarentena de la vida, seguidas por tres treintañeros y dos veinteañieros, Aclaro esto porque yo deje llorar mucho a mis primeros 4 hijos y no los amamante, los tres últimos estuvieron en mis brazos todo lo que querían , no los deje llorar y los amamante dos años, pero tuvo que llegar otra época y otra información para que yo aprendiera y cambiara lo que por años, la sociedad y los médicos nos decían a las madres. Es difícil para la sociedad y las personas reconocer que por años estuvimos equivocados pero las nuevas madres que cuentan con otra información irán cambiando la cultura.
Papá mamá, si quisiste que Dios te PRESTARA UN HIJO, dale todo tu tiempo, dale toda tu atención, dale todo tu amor y aprovéchalo al máximo en todo momento, un pequeño necesita de ti cada vez que lo pide, no le niegues tu atención ni por un momento, el tiempo pasa muy pronto y ya luego dejará de ser un bebé o un niño pequeño, respeta sus tiempos, su sueño, su carácter y no trates de amoldarlo a ti, porque es un ser diferente a ti que trae un ADN más desarrollado que el de su papá y que el de su mamá.
Hola Alberto, lei tu post en el fb de una amiga y me ha parecido super interesante, te comento, yo soy medico nuclear, pero deje de trabajar al nacimiento de mi primera (unica) hija, lo hice por desicion en conjunto con mi esposo (tbn medico), es el trabajo mas duro que he tenido que hacer (no me refiero solo al desgaste fisico), ahora mi hija tiene casi dos años y tanto mi esposo como el resto de mi familia proxima, insisten en que ya es hora de que empiece a trabajar y qur mande a la niña a un centro de enseñanza o guarderia. Por un lado me parece que es importante que mi hija tenga relacion con otros niños de su edad, pero se me esta haciendo bastante dificil tomar esta desicion, que opinas al respecto… Tienes experiencia rn lo que son guarderias, niños que no tienen contacto con otros niños…etc
La vuelta al trabajo es una decisión personal tuya que debes tomar en función de las necesidades que existan. A tu hija no le va a hacer ningún daño posponer la «socialización» durante unos meses más, dado que en el fondo a estas edades más que socializar simplemente comparten un espacio común con otros niños. Tampoco le va a causar daño ir a la guardería, ya que va a estar perfectamente atendida, tendrá sus principales necesidades cubiertas y podrá jugar con otros niños. No hay una decisión que sea correcta o incorrecta, sino aquella que más encaje con lo que necesitáis en tu familia (tu hija, tu pareja y tú). Te dejo un artículo sobre la socialización de los niños pequeños que te puede ayudar en tu decisión. Un saludo. http://www.bebesymas.com/desarrollo/cuando-debe-empezar-la-socializacion-en-los-ninos
Suscribo cada una de tus palabras, estamos en una sociedad un poco extraña y además la facilidad de las personas para juzgar las decisiones de los demás me abruma.
Muchas gracias por este post! comparte porqué merece la pena
Un abrazo!
Hola Armando! Muchas gracias! Justo ayer coaentabmmos con una amiga que te leemos en Bebesymas que somos tus fans! Nos gusta mucho lo que escribis! Saludos!!
[…] negar el contacto físico. Es probable que rechace el contacto físico, que no quiera saber nada de nosotros. Debemos […]
[…] lo que más necesitan nuestros hijos: tiempo. Es por eso que llega un momento en el que nos piden brazos y les pedimos que se conformen con cosas: les llenamos el carro y la cuna de sonajeros, móviles, […]
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