La primera visita a un psicólogo: preguntas y respuestas más frecuentes

Supongamos que después de una temporada en la que las cosas no van del todo bien, después de darle muchas vueltas al asunto y después de valorar distintas opciones, te decides por buscar ayuda profesional y llamas a un psicólogo. No ha sido fácil dar el paso, ni tampoco elegir al profesional, pero el caso es que ya tienes tu primera cita. ¿Y ahora qué? Todos hemos ido muchas veces antes al médico, al dentista, a la óptica… pero… al psicólogo…? ¿Cómo es una visita con el psicólogo? Hoy vamos a ver algunas de las dudas que se plantean frecuentemente antes de una primera cita con el psicólogo…

¿Qué es un psicólogo?

Para empezar por el principio, recordaremos en primer lugar qué es un Psicólogo. Un psicólogo es, al menos, un Licenciado en Psicología, y es el profesional que está capacitado legalmente para ejercer la psicología y la psicoterapia. En este sentido está bien remarcar que un psicólogo no es un médico, ni tampoco receta fármacos, eso lo hacen los psiquiatras que sí son médicos.

Con frecuencia, al pensar en un psicólogo, automáticamente tendemos a asociar este término con la psicoterapia. Y aunque es verdad que la psicoterapia (o psicología clínica) es una de las áreas más conocidas de los psicólogos, también hay psicólogos que se dedican a otras cosas, como psicología escolar, social, del deporte, la neuropsicología o la psicología básica, por poner algunos ejemplos.

Entonces, ¿qué es exactamente la psicoterapia? La psicoterapia es el tratamiento, ejercido por un profesional autorizado, que utiliza medios psicológicos para ayudar a resolver los problemas de un paciente en el contexto de una relación profesional. En esta definición habría que destacar algunos aspectos importantes. La psicoterapia es un tratamiento ejercido por un profesional autorizado. ¿Qué quiere decir esto? Pues que no se trata de una persona con una formación cualquiera, sino que como hemos dicho, al menos, se trata de una persona con una formación universitaria, antes se trataba de una licenciatura, ahora hablaríamos del grado, y que posteriormente probablemente haya cursado estudios de postgrado para especializarse en esta área. También se señala en esta definición que este tratamiento se da en el contexto de una relación profesional. No es un amigo con el que te tomas un café y escucha tus problemas, es una relación profesional en la que una persona convenientemente formada presta sus servicios y sus conocimientos profesionales.

¿Quién puede necesitar la ayuda de un psicólogo?

La terapia psicológica está dirigida principalmente a dos grupos de personas:
Por un lado, está orientada a personas que tienen un trastorno psicológico (por ejemplo, ansiedad, depresión, fobias, anorexia, bulimia, adicciones, etc.) En estos casos, el objetivo principal de la terapia será, en primer lugar, el control de los síntomas que se presenten y el aprendizaje de estrategias y habilidades que prevengan la reaparición de los síntomas.
Pero por otro lado, la psicoterapia también está orientada al crecimiento personal y a la solución de problemas. No es necesario presentar un trastorno psicológico para poder beneficiarse de la ayuda psicoterapéutica. Dentro de este grupo de clientes encontramos, por ejemplo:

  • Dificultades de adaptación a nuevas situaciones vitales (duelo, separación, cambio de residencia, etc.)
  • Mejora de habilidades personales (habilidades sociales, estrategias de afrontamiento, etc.)
  • Asesoramiento en procesos de toma de decisiones y solución de problemas: a nivel laboral, familiar, personal, etc.
  • Orientación y asesoramiento a padres sobre temas relacionados con la educación de los hijos: desobediencia, disciplina, rabietas, estudio, etc.
  • Mejora del rendimiento escolar, aprendizaje de técnicas de estudio, etc.

¿De qué tipo de terapia se trata?

Probablemente hayas oído hablar de diferentes «tipos de terapia»: psicoanálisis, gestalt, conductista, etc. En mi caso, trabajo desde el modelo cognitivo – conductual; es orientación fundamentalmente práctica que está orientada a solucionar, con la mayor brevedad posible, los problemas que llevan a la persona a acudir a consulta. Ésta, la cognitivo conductual, es el tipo de terapiaque ha demostrado mayor efectividad y que ha recibido el mayor apoyo de la comunidad científica.

¿En que consiste el tratamiento?

El tratamiento va a depender en gran medida del problema que presentes. No obstante, hay algunos puntos en común a todos los casos. La psicoterapia, desde el marco cognitivo – conductual, consta de cuatro fases:

– La primera fase sería la evaluación, que suele consistir en un par de sesiones en las que se recoge la información necesaria sobre el problema para poder establecer un plan de tratamiento individualizado.
– En la segunda fase, a la que suele dedicarse una sesión, se le ofrece al paciente toda la información sobre su problema que hemos obtenido en la evaluación, así como una explicación detallada del plan de tratamiento y la hipótesis de trabajo.
– La tercera fase sería el tratamiento propiamente dicho, donde paciente va a aprender nuevas estrategias para enfrentarse a sus problemas y a modificar sus pensamientos dañinos, lo que le ayudará poco a poco a mejorar y reducir su malestar. A veces se mandan actividades para realizar entre las sesiones para practicar y generalizar los aprendizajes que se han hecho en la consulta. ¿Que cuánto dura esta fase? Pues es variable en función del problema concreto que tenga el paciente, pero una duración de entre 10 y 15 sesiones es algo bastante frecuente.
– Cuando se consiguen los objetivos del tratamiento, pasamos al seguimiento, que sería la última fase. En esta fase las sesiones son cada vez más espaciadas en el tiempo, quizá cada mes o cada dos meses, y cuando se comprueba que la mejoría está consolidada, se da de alta al paciente.

Frecuencia y duración de las sesiones

Al igual que la duración del tratamiento, la frecuencia de las sesiones viene determinada por el caso concreto que presenta el paciente; no obstante, es frecuente que las primeras sesiones de la terapia tengan una frecuencia semanal o quincenal, y conforme se van logrando los objetivos, las sesiones se van espaciando cada vez más en el tiempo.

¿Que cuánto duran? Lo más habitual, y también es mi caso, es hacerlas de alrededor de una hora, aproximadamente de unos 50 minutos. Así, se puede mantener la puntualidad entre citas y no hacer esperar a nadie; esto da tranquilidad a quien viene, ya que sabe cuándo empieza y cuando acaba, por lo que cuando vengas, puedes hacer planes tranquilamente para después de nuestra sesión.

Si te estás planteando venir a mi consulta y tienes otras dudas de tipo más concreto como mis tarifas, dirección, cómo llegar, o quieres ojear mi currículum, aquí en la web tienes toda la información; también puedes ponerte en contacto mediante el formulario.

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Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.

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