La queja como forma de vida [Vídeo]

“Bueno, pero al menos me queda el derecho al pataleo”. Seguro que habréis escuchado esta frase en multitud de ocasiones. No obstante, las quejas son un arma de doble filo, que en cualquier momento puede volverse en nuestra contra. ¿Por qué? Vamos a tratar de averiguarlo en esta nueva Píldora de Psicología.

Hay personas que se quejan por no tener pareja, y cuando la tienen, se quejan porque ya no tienen libertad y “nada es como antes”. Luego están los que se quejan de no tener trabajo, y cuando lo consiguen, cada lunes se lamentan por las redes sociales porque toca volver al curro. Hay personas que han convertido la queja en un modo de vida, y les cuesta mucho ver más allá de ellas. Vivir en una queja constante tiene muchos peligros, y nos roba un tiempo y una energía valiosísimos.

Antes de seguir, dejadme hacer una aclaración. En este artículo hablo de quejas en el sentido de clamar al cielo por cosas que, o bien son normales, o bien son irremediables. Todo esto no se aplica a otro tipo de quejas, unas que son útiles y necesarias en todos los ámbitos de la vida: las protestas. La protesta va orientada a algo o a alguien, y tiene por objetivo la modificación de algo injusto o dañino que puede ser cambiado. La queja, por el contrario, es un grito al vacío, es darse cabezazos contra la pared por algo que no puede cambiarse. Y eso es, en última instancia, algo totalmente improductivo.

Pero, más allá de ser improductivo, ¿qué problema hay con quejarse? Cada uno invierte su tiempo en lo que quiere, ¿no? Quejarse, o mejor dicho hacer de la queja un modo de vida, tiene una serie de efectos negativos que al final acaban por impedirnos seguir avanzando en la vida, y nos da más motivos aún para quejarnos. Vamos, un círculo vicioso en toda regla. ¿Cuáles son esas consecuencias o efectos negativos de las quejas?

  1. Te conviertes en esa persona con la que los demás no quieren estar. De forma paradójica, el hecho de quejarte frecuentemente puede incluso tener el efecto contrario: atraer a los demás por compasión: “pobrecito, mira todo lo que le pasa, qué mal le trata la vida”. Pero llega un momento en el que descubren que no eres una persona tan desafortunada, sino que has convertido la queja en una forma de vida. Y estar al lado de una persona tan negativa acaba cansando a los demás, que de forma progresiva se van apartando.
  2. Caes en la abstracción selectiva. Es un error cognitivo mediante el cual sólo nos fijamos en una parte de la realidad, dejando de lado el resto. En este caso, nos fijamos en lo negativo dejando de lado lo positivo, y al final acabamos creyendo que el mundo es como esa pequeña parcela negativa de la realidad en la que nos fijamos.
  3. Malgastas tu energía y tu tiempo. Quejarte por aquello que no puede cambiar malgasta un montón de energía y tiempo que podrías estar invirtiendo en todas esas otras áreas de tu vida que estás desatendiendo mientras te quejas.
  4. Te aleja de una actitud muy necesaria a veces para hacer frente a los problemas: la aceptación. Hay cosas que no pueden cambiarse, y ante ellas no nos queda más que la aceptación, algo necesario para no quedarnos bloqueados en ese hecho y poder seguir avanzando en la vida. Es ese encogimiento de hombros con el que dices: “qué le vamos a hacer”, y a otra cosa. Que la vida sigue.

Siempre te quedará el derecho al pataleo, por supuesto, pero también la responsabilidad de elegir sabiamente en qué inviertes tus energías. Si debes protestar, protesta. Pero si no es una protesta y sólo te estás quejando, piénsatelo dos veces, e invierte esas energías en algo que de verdad te merezca la pena.

Si os gustan estos vídeos os invito a que os suscribáis al canal de Píldoras de Psicología en YouTube para enteraros antes que nadie de cada nuevo vídeo, poder dejar comentarios, recomendaciones y compartirlo con vuestros contactos. Si tenéis alguna sugerencia acerca de temas que os gustaría que tratara en el videoblog, podéis escribirme a: pildoras@albertosoler.es/

Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.

Tags: No tags

4 Responses

Responder

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.