Psicólogo… ¿gay friendly? ???? | Vídeo

Algunas personas a raíz de los vídeos, así como algunos pacientes que he tenido hace tiempo, me han preguntado si soy un psicólogo gay friendly. Éste es un término que se utiliza para referirse a ciertos lugares, políticas, personas, empresas o instituciones que simpatizan con las personas LGTB y que se esfuerzan activamente por crear un ambiente amigable hacia ellas. Bueno… a ver si os puedo explicar un poco mi postura al respecto…

Para los despistados, que alguno habrá, primero voy a explicaros el significado de las siglas LGTB. Estas siglas designan de manera colectiva a Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales. Utilizar estas siglas en lugar de hablar de “comunidad gay” u otros conceptos que antes se usaban, sirve para subrayar la diversidad de las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género que existen,

Para empezar, os recuerdo que no soy muy amigo de las etiquetas. No me gusta aplicarlas a los niños, pero tampoco a los mayores, y desde luego no me gusta etiquetarme a mi mismo. Que sí, que entiendo que a veces simplifican, que pueden tener su utilidad, pero al final pueden acabar transmitiendo una información diferente de la que quizá queremos.

Si lo pienso en términos de marketing, sería una muy buena estrategia publicitarme como “psicólogo gay friendly”, porque de esa manera me estaría enfocando a un nicho de mercado muy especifico.  De hecho fue un paciente gay quien me lo recomendó hace años, y en un principio me pareció buena idea, sobretodo porque que hay gente por ahí que pretende curarles este supuesto problema que es el tener una orientación o una identidad sexual distinta a la de la mayoritaria. Pero luego lo pensé con más detenimiento y no me acabó de gustar tanto la idea, porque en sí misma puede llegar a implicar una discriminación. Es una etiqueta que puede ser útil en algunos contextos determinados, pero en otros es innecesaria. Por ejemplo, para discoteca, un local de copas, o para algún otro negocio en el que quieran que se les encuentre bajo esa denominación. También es verdad que en el pasado la homosexualidad se consideraba como una enfermedad que debía tratarse, pero en la actualidad los profesionales de la salud mental estamos de acuerdo en que la homosexualidad no es una enfermedad, un trastorno mental ni ningún tipo de problema emocional.

La homosexualidad no es una enfermedad

En 1973 la asociación Americana de Psiquiatría eliminó la homosexualidad del manual en el que se recogen los trastornos mentales, y dos años después la asociación americana de psicología apoyó esta supresión del trastorno. Desde entonces ambas asociaciones solicitan a todos los profesionales de la salud mental que ayuden a eliminar este estigma por el que muchas personas asocian homosexualidad con enfermedad mental.

En cuanto a la identidad de género, su “despatologización” ha sido un poco más reciente. Hasta hace poco, en el DSM-IV, aún se hablaba del trastorno de identidad de género, pero recientemente la nueva edición de la guía publicada en 2013, el DSM-V, ya no habla de “trastorno” de identidad de género sino de “disforia de género” para evitar esta estigmatización y aclarar que la no coincidencia entre la identidad de género y el sexo asignado no constituye una enfermedad mental en si misma, sino que es el malestar que esta situación a veces puede generar lo que puede requerir de atención clínica.

Por suerte España, el país en el que vivo, es un país pionero en los derechos LGTB y acepta de manera mayoritaria la diversidad de orientaciones e identidades sexuales. España, gracias a las políticas progresistas de la década pasada, ha sido el tercer país del mundo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo y existe una amplia aceptación hacia la diversidad entre población.

Pero bueno, en resumen: si pusiera que soy un psicólogo gay-friendly, no veo el motivo por el que no debería poner que soy muchas otras cosas: mujer friendly, hombre friendly, titulados, sin estudios, de pueblo, “De capi”, Latino, Negro, Conservador, Progre, Vasco, Catalán, Murciano friendly o un sinfín de absurdeces más.

Porque evidentemente es un absurdo. Trabajo con personas, y cualquier distinción que haga al respecto sería una discriminación. Por lo tanto, NO, no me considero un psicólogo gay-friendly.

Si os gustan estos vídeos os invito a que os suscribáis al canal de Píldoras de Psicología en YouTube para enteraros antes que nadie de cada nuevo vídeo, poder dejar comentarios, recomendaciones y compartirlo con vuestros contactos. Si tenéis alguna sugerencia acerca de temas que os gustaría que tratara en el videoblog, podéis escribirme a: pildoras@albertosoler.es/

Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.

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