Romper rutina pareja

Romper la rutina en la pareja

En muchas ocasiones, parejas que llevan un tiempo juntas poco a poco comienzan a dejarse llevar por la rutina de la relación; es algo que ocurre a muchas parejas. La rutina es algo natural, ya que es imposible poder mantener una vida organizada con el torrente emocional de los inicios de una relación.

Romper rutina pareja

El problema viene cuando esa rutina hace que dentro de la pareja funcionemos «a mínimos». En estos casos, la pareja, al igual que el trabajo o los amigos, tiene un espacio delimitado en el día a día, siendo ahí donde forma casi exclusiva, se desarrolla la vida en pareja. En ocasiones es necesario romper la rutina en la pareja y hacer pequeños gestos que demuestren a nuestra pareja que sigue teniendo un lugar privilegiado en nuestra vida, que no es sólo una obligación más.

¿Cómo hacerlo? Estas pequeñas ideas pueden ponerte sobre la pista:

  • Llama por teléfono a tu pareja, sólo por que sí.
  • Hazle un pequeño regalo, tan sólo porque te has acordado de él/ella. No tiene que ser algo de valor, lo que importa es el gesto.
  • Rompe la rutina: preséntate en su trabajo e invítale a comer, tan sólo porque te apetecía verle.
  • Habla sobre vosotros, recuerda momentos bonitos que habéis tenido. Mirad fotos.
  • Escucha más. Nunca se presta demasiada atención a la persona con la que compartes tu vida.
  • Interésate por lo que le interesa, y sorpréndele sacando tú a conversación ese tema del que tanto habla.
  • Reserva mesa en ese sitio al que solíais ir hace mucho tiempo, o prepárale su comida/cena favorita para cuándo vuelva del trabajo.

Si logramos hacer que estos gestos comiencen a formar parte del día a día de la relación, estaremos evitando que la relación se vaya erosionado y que acabemos en una situación en la que la relación haya llegado a un punto muerto.

Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.

¿Qué no es la hiperactividad?

Qué NO es un niño hiperactivo

Es frecuente encontrar listados de síntomas y señales de alarma que nos pueden poner en alerta ante la posible hiperactividad de nuestros hijos. De hecho, en esta misma página puedes encontrar esa información.

¿Qué no es la hiperactividad?

Lo que hoy me gustaría destacar es aquello que NO es la hiperactividad. Muchos padres acuden angustiados a la consulta ante ciertas conductas que muestran sus hijos, temiendo que sea hiperactivo. Incluso en muchas ocasiones llegan niños remitidos por los gabinetes escolares por problemas de hiperactividad que no son tales.

  • Un niño movido no es un niño hiperactivo. Es sólo un niño activo.
  • Un niño muy movido tampoco es un niño hiperactivo. Es sólo un niño muy activo.
  • Un niño despistado tampoco es un niño hiperactivo ni inatento.
  • Un niño desobediente no es un niño hiperactivo.
  • Un niño desafiante, agresivo o violento, tampoco es un niño hiperactivo.
  • Un niño que no escucha a sus padres y «va a la suya», no tiene déficit de atención. Puede tener déficit de otras cosas, pero no necesariamente de atención.
  • Un niño con un bajo rendimiento escolar no es un hiperactivo ni inatento.
  • Un niño que en casa / colegio / con los abuelos es un terremoto, pero que en otros contextos no lo es, tampoco es hiperactivo.

Los niños que sí son hiperactivos, aquellos que tras una cuidada evaluación se descubre que presentan este trastorno, pueden mostrar algunos de los rasgos que he comentado, pero nunca de forma exclusiva.

Un síntoma no es definitorio de un trastorno. Debemos esforzarnos por normalizar la conducta de los niños. No podemos esperar que un niño de 7 años se comporte como un adulto, y tampoco podemos esperar que se comporte como su vecino o hermano. Cada niño es un ser individual y diferente, y en base a esa individualidad le debemos tratar, no patologizando conductas que no son más que rasgos evolutivos normales.

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