Aprende a relajarte (II)

Ya hemos hablado anteriormente de la importancia de la respiración  para aprender a relajarnos; bien, ahora le toca el turno a la relajación puramente dicha.

El método que vamos a emplear se conoce como Relajación Muscular Progresiva, y fue creada por Edmund Jacobson. Se basa en la tensión y relajación secuenciada de diferentes grupos musculares; durante los ejercicios debemos focalizarnos en la diferencia que experimentamos entre la tensión y la relajación.

Para practicar esta relajación es importante encontrar un lugar tranquilo, sin mucho ruido ambiental (podemos emplear música clásica) y en un momento en el que sepamos que no vamos a ser interrumpidos. 
 
La postura que adaptaremos puede ser, bien sentados en un sillón envolvente, bien tumbados en la cama; lo más importante es estar cómodos, para lo cual es aconsejable llevar prendas que no nos opriman en exceso. 

Durante el procedimiento de la relajación deberemos estar pendientes también de nuestra respiración, empleando para ello la técnica que vimos anteriormente (Respiración Diafragmática)

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Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.

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