Bueno… ¿qué tal?, ¿cómo han ido las vacaciones?, ¿ya estáis de vuelta? Los que justo ahora estáis empezando las vacaciones, ya sabéis, quien ríe el último, ríe mejor… Nosotros ya estamos de vuelta, y la verdad es que nos lo hemos pasado pipa estas semanas, hemos disfrutado un montón con los nanos, hemos desconectado un poco, a veces hemos tenido que sacar ratos para trabajar, pero en general nos lo hemos pasado todos bien. Pero esto no quiere decir que no sea cansado o complicado cuando hay niños pequeños correteando por casa. Hoy vamos a pararnos a pensar un poco en un comentario que podemos escuchar fácilmente estos días de finales de verano. ¿Cuál? Vamos a verlo…
No es extraño que los padres bromeemos sobre lo cansado que es cuidar de los niños, porque es verdad, dan mucho trabajo… ¡y cansan mucho! De hecho, yo mismo también hago este tipo de comentarios a veces. Es normal todos somos humanos, nos cansamos, y está bien tomárselo un poco a cachondeo. El tema es que muchas veces actuamos como si los niños no estuvieran delante, como si no se enteraran, como si no “tuvieran la antena puesta”, y bromeamos sobre ellos incluso con ellos mismos delante. En estos días es bastante frecuente escuchar comentarios del tipo “uffff, pues menos mal que ya vuelven al cole”, o “por fin!!! Todo el verano con los niños en casa se hace muy largo”. Y es que es verdad, con el desfase que tenemos entre las vacaciones de los niños y las de los padres es muy difícil para la mayoría hacer frente a las vacaciones de los críos, y tenemos que tirar de abuelos, de campamentos y demás malabarismos familiares. Yo eso lo entiendo, de verdad, porque a mí me pasa igual que a la mayoría. Ya sé que es complicado. Pero también sé que ellos suelen estar siempre con la antena puesta, que se enteran de todo, y estos comentarios les pueden hacer daño, porque lo que para nosotros es una broma inofensiva, ellos se lo pueden tomar como algo más importante. Pueden acabar pensando que no queremos estar con ellos, que preferimos ir a trabajar y que ellos estén todo el día en el cole y de extraescolar en extraescolar, cuando lo cierto es que para la gran mayoría esto es así durante todo el curso “porque no nos queda otra”. Los pobres pueden pensar que nos molestan o que no nos gusta estar con ellos. Para nosotros esto puede sonar absurdo, pero quizá para ellos no tanto.
Es normal que después de tanto desajuste de horarios y después de tantas semanas teniendo que ir 24 horas al día detrás de los críos, no veamos con tan malos ojos esa vuelta a la rutina. El verano con niños es intenso, es más cansado que muchos trabajos (doy fe). De hecho, no recuerdo la última conversación de coherente y sin interrupciones que hemos tenido Kontxín y yo desde que los nenes acabaron el cole (al menos con ellos despiertos, claro). Bueno, ya sabéis a lo que me refiero… Pero eso no quiere decir que no hayamos disfrutado, o que no haya merecido la pena. La cosa es que el nivel de comprensión de los peques no es el mismo que el nuestro y, como decíamos, ellos siempre están al tanto de lo que hablamos; imaginad que cada vez que se encontraran con sus amigos dijeran: “¡por fin!, qué ganas de cole y de extraescolares, todo el verano con mis padres es lo peor. Es que un ratito por las tardes tira, pero todo el día con ellos…, que si excursión, que si cenar fuera, que si paseos… todo el verano se hace largo….” ¿Cómo os sentiríais?
Y esto se aplica también a muchos otros comentarios que hacemos con los niños delante, como si ellos no estuvieran allí. Por favor, mirad un poco a vuestro alrededor, y si están por ahí cerca, no asumáis que no escuchan, porque aunque no lo parezca, suelen estar muy atentos a lo que dicen sus padres, sobre todo cuando detectan que la cosa va con ellos. Recordemos que son pequeñitos, y que nosotros somos muy importantes para ellos, y dudar del cariño que les tenemos les puede preocupar bastante y ponerles muy tristes. Sobre todo a algunos especialmente sensibles. Sé que todos queréis mucho a vuestros hijos, pero a veces los niños esto pueden no tenerlo tan claro, y pueden llegar a dudarlo. Por eso, seamos todos más cuidadosos con este tipo de comentarios y tratemos de no hacerlos, al menos con ellos delante.