El pasado jueves me invitaron desde Imagine Montessori a dar una charla con ellos sobre la gestión de las emociones en la infancia y el manejo respetuoso de las rabietas. Imagine Montessori es una nueva escuela para alumnos entre 18 meses y 18 años que abre en Valencia siguiendo los principios de la pedagogía Montessori, orientada a «desarrollar el máximo potencial de cada niño y niña a través de una educación personalizada que dé respuesta a las necesidades e intereses de cada etapa evolutiva, a través del trabajo sensorial, la manipulación, el movimiento, el desarrollo de la voluntad, la libertad y la responsabilidad».

Uno de los asistentes hizo este dibujo, ¡me encanta!
En esta ocasión tuve la oportunidad de hablar sobre el desarrollo del cerebro de los niños, ya que es imprescindible comprender qué sucede dentro de sus cabecitas para poder entender cómo se comportan en el día a día. Luego estuvimos reflexionando sobre las emociones en la infancia y las rabietas, ese momento cuando las emociones están totalmente desbordadas. Tras ello, la parte más importante de la charla: ¿qué podemos hacer cuando nuestro hijo tiene una rabieta? Hace algunos meses ya os di algunas pinceladas básicas en una de mis Píldoras de Psicología:
Tras ver los recursos que podemos poner en marcha para prevenir e intervenir en estas situaciones, estuve casi una hora respondiendo a las dudas e inquietudes de un montón de padres y madres. En total estuvimos unos 120 padres durante más de dos horas aprendiendo y compartiendo dudas e inquietudes sobre las emociones de nuestros hijos.
La organización fue de lo más cuidada, con la colaboración de The Nest ¡hasta dispusieron de intérpretes de lengua de signos para algunos de los asistentes! Seguro que dentro de poco repetimos con otra charla. Aquí os dejo con algunas de las fotos del evento que hizo Joaquín Corbalán, que me han gustado mucho.
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Muy buenos sus artículos. Yo ya crié a 4, en cuanto a rabietas, en verdad no tuve estas experiencias con los primeros tres, pero sí con el menor, y en realidad, no fue tan exagerada, pero si lloraba y no quería caminar, me agachaba a su tamaño, viéndolo a los ojos, le decía que en ese momento no podía, y si se quería poner más rudo, trate de ser firme, entendiendo que a él le encantaba y la frustración que sentía en ese momento. Pero además, algo que aprendí de ello fue que, cuando negocie con el, que después iríamos a ese parquesito de juegos, después fui con el de verdad, me costaba mucho hacer estas excepciones, porque tenía a los otros tres con quienes estaba muy ocupada, llevando y trayendo a la escuela o en los demás quehaceres, y siempre recuerdo su carita feliz y disfrutando su ratito ahí, al punto que me llegaba a decir, «me avisa cuando nos vamos». Creo que debemos pensar muy bien lo que decimos y prometemos, para que lo cumplamos, porque eso minimiza esos momentos que son bochornosos para muchos padres jóvenes hoy, que no entienden que su hijo es una persona.
Soy de Costa Rica, una pequeña ciudad que se llama Escazu. Bendiciones del Señor a Ud y familia.
[…] os he hablado en otras ocasiones de las rabietas. Es un tema que me gusta tratar mucho en mis charlas, porque afectan a todas las familias en un momento u otro. Lo que se conoce como rabieta es la […]
[…] la motivación, los límites, las alternativas a los castigos, la empatía, la comunicación o la inteligencia emocional. Y también nos da estrategias para ayudar a los niños en el desarrollo de funciones como puedan […]