Dicen que para todo hay un capítulo de los Simpson, ¿no? Bueno, pues hay un capítulo de los Simpson en el que Homer se obsesiona con la idea de que Bart se haga gay por influencia de un nuevo amigo de la familia, y durante todo el capítulo se esfuerza por potenciar su masculinidad llevándole a hacer “cosas de hombres”. En este capítulo, aunque no es el propio Homer quien teme ser gay, sino que tiene miedo de que lo sea su hijo, muestra muchas de las características del trastorno que os voy a contar hoy: el toc homosexual. ¡Vamos a verlo!
Hay personas que viven atormentadas ante la idea de ser gays; son personas que siempre se han considerado heterosexuales pero que, en un momento determinado les asalta la duda: ¿y si resulta que soy gay? En el momento aparece ese pensamiento, su vida se convierte en un infierno, hasta el punto de no poder llegar a centrarse en nada más allá de resolver su duda: ¿soy gay o hetero?
Antes de seguir, una pequeña advertencia que nunca está de más recordar: la homosexualidad NO ES UNA ENFERMEDAD. No requiere de de castigos, condenas, terapias de conversión, ni nada por el estilo. De lo que voy a hablar aquí es de otra cosa diferente: un trastorno cuyo tema central son las dudas acerca de la propia sexualidad. El que es gay, lo sabe y está tranquilo con lo que es, no tiene más problemas que los derivados de tener que soportar actitudes intolerantes en mayor o menor medida en función del contexto en el que le haya tocado vivir.
¿Qué es el Trastorno Obsesivo Compulsivo?
Pero volviendo al tema del vídeo… El Trastorno Obsesivo Compulsivo es un tipo de trastorno muy frecuente, que llega a afectar a un 2% de la población, aunque si hablamos de sintomatología obsesivo compulsiva, sin llegar a cumplir criterios para diagnosticar un trastorno, oscilaría entre el 5 y el 30% de la población. Vamos, que es bastante frecuente.
El TOC se caracteriza por la presencia de pensamientos obsesivos que generan mucho malestar; son incontrolables y suelen vivirse como una pesadilla. Y precisamente para evitar ese malestar, la persona acaba desarrollando una serie de rituales compulsivos que, aunque piensa que le ayudan a sentirse mejor, en realidad son “pan para hoy y hambre para mañana”, porque aunque alivian temporalmente la ansiedad, en verdad contribuyen a que el trastorno se mantenga en el tiempo.
Cuando pensamos en TOC normalmente nos viene a la cabeza algunos de los tipos más frecuentes, por ejemplo, el de contaminación: la persona tiene pensamientos obsesivos acerca de que todo lo que le rodea está contaminado, por lo que acaba desarrollando un montón de rituales de limpieza y protección para evitar ese contagio (esto ahora nos resulta tristemente fácil de comprender). O el TOC de repetición, en el que se tienen que comprobar y repetir muchas veces ciertas acciones ante el temor de que si no se hace esto pueda ocurrir alguna desgracia.
El TOC homosexual
Pues bien, el TOC homosexual es otro tipo de TOC que consiste en tener pensamientos obsesivos recurrentes en forma de duda sobre la propia orientación sexual, que les llevan a desarrollar rituales (compulsiones) centrados en «demostrar su verdadera sexualidad» o la reducción de su percepción del «riesgo» de convertirse en gay. La mayoría de las personas con TOC homosexual han disfrutado de las relaciones heterosexuales en el pasado, pero después de un primer pensamiento irracional no deseado, surge como de la nada el miedo a ser homosexual o “convertirse” en homosexual. Ese desencadenante puede surgir de algún comentario externo, de haber percibido cierta excitación al haber visto contenido pornográfico (de tipo homosexual), ante una proposición de relación homosexual por parte de otra persona, etc.
Las personas con TOC homosexual necesitan saber con total certeza que no son gays, y a menudo hacen todo lo posible para demostrarse a sí mismos que son heterosexuales. En algunos casos, incluso pueden llegar a experimentar con relaciones homosexuales y «salir del armario». Sin embargo, a diferencia de lesbianas y gays, que experimentan liberación al «salir del armario», las personas con TOC homosexual encuentran esta vida estresante, confusa y poco satisfactoria. Y además, continúan experimentando dudas e incertidumbre acerca de su sexualidad.
Síntomas del TOC homosexual
Los síntomas del TOC homosexual no son muy distintos a otros tipos de TOC; por ejemplo, algunos individuos con TOC homosexual muestran rasgos de comprobación: cuando están con personas de su mismo sexo, tienen que «comprobar» su propio cuerpo para detectar si aparece algún signo de excitación sexual. Otras personas con obsesiones homosexuales tienen una variante relacionada con el TOC de contaminación y las ideas delirantes, dado que les preocupa que por estar en contacto con personas LGTBI se vayan a «contagiar» o se vaya a «activar» de algún modo su homosexualidad latente.
Otros se preocupan simplemente actuar dejándose llevar por impulsos sexuales no deseados, por ejemplo, les preocupa estar junto a gays y entonces «perder el control» y adoptar conductas sexuales hacia ellos. A algunas personas con este trastorno les preocupa que otras personas piensen que son gays, y pasan demasiado tiempo y malgastan mucha energía tratando de «actuar como heteros».
¿Y qué es lo que mantiene estas obsesiones de contenido sexual? Al igual que cualquier tipo de TOC, los síntomas de TOC homosexual son mantenidos por las creencias irracionales, los rituales y las conductas de evitación.
Es innegable el fondo homófobo que hay en todo esto; estas personas perciben la homosexualidad como un problema o una enfermedad que no quieren sufrir, y al igual que el hipocondríaco que teme tener un cáncer, buscan las señales y síntomas que puedan indicar que tienen esa “patología”. Pero las ideas irracionales no se quedan ahí, se basan en una serie de estereotipos y prejuicios acerca de la sexualidad, como por ejemplo, que los heterosexuales no pueden encontrar atractivas a las personas de su mismo sexo, que no pueden tener dudas acerca de su sexualidad, pensar que la sexualidad se contagia o que un heterosexual nunca puede tener fantasías homosexuales sin significar que ha cambiado su orientación.
Estas ideas les llevan a los rituales obsesivos, que en muchos casos son rituales mentales (hacerse preguntas, buscar evidencias, analizar pensamientos, etc,) y otras veces son físicos, por lo general, conductas orientadas a mostrar esa idea estereotipada de heterosexualidad que tienen: comportarse de un modo exageradamente masculino, no permitirse ciertas expresiones, gestos o conductas considerados “gays”, etc.
Y, junto con las ideas irracionales y las conductas rituales, también están las conductas de evitación: en general evitan todo lo que ellos consideran “gay”. Personas homosexuales, lugares frecuentados por personas homosexuales, lo que ellos consideran ropa homosexual, cine homosexual, música homosexual, ¡incluso comida homosexual!… Si os preguntáis cómo es la ropa, comida o música homosexual, yo también me lo pregunto, la verdad… Pero ahí no se queda la evitación: también evitan cualquier conducta que pueda llevar a otras personas a pensar que ellos son homosexuales o simplemente lugares o situaciones que consideran peligrosas por haber allí personas de su mismo sexo como gimnasios, piscinas, salir con los amigos, etc. Vamos, que su vida puede ser agotadora, y esto les genera un sufrimiento enorme.
Pero bueno, si ahora mismo estás pasando por esto, quizá lo que más te interesa saber es si se puede “curar” el TOC homosexual. Pues sí y no. Vamos a ver…
Tratamiento del TOC homosexual
El tratamiento para el TOC homosexual (al igual que para muchos TOC) se centra en aprender a vivir con las dudas. En otras palabras, el tratamiento no debe centrarse en «demostrar» si la persona es hetero o gay, sino que más bien se centra en aprender mejores estrategias para tolerar la incertidumbre. Hay que recordar que el TOC homosexual funciona igual que otros tipos de TOC: cuanto más se analizan los pensamientos y se «chequea» el cuerpo para tratar de «averiguar la verdad», más probabilidades hay de reforzar sin saberlo los síntomas. Aunque todas las personas que tienen TOC homosexual quieren deshacerse de esos pensamientos homosexuales, en verdad las técnicas basadas en la detención o eliminación de pensamientos resultan ineficaces a largo plazo.
Si tienes TOC homosexual, las preguntas de tipo «y si…» acerca de tu sexualidad son en última instancia incontestables de la forma en que el TOC te pide que las respondas. Las personas que buscan tratamiento para el TOC homosexual intentan responder a preguntas sin respuesta. Por desgracia, no hay manera objetiva de determinar tu «verdadera» sexualidad. Si hubiera una solución simple, ya la habrías encontrado.
La mejor estrategia para reducir los síntomas, al igual que en otros tipos de TOC, se basa en la exposición con prevención de respuesta. Las exposiciones para el TOC homosexual se construyen buscando activamente las situaciones que hasta ahora la persona ha evitado, para luego resistir y no llevar a cabo los rituales mentales o conductuales que hasta ese momento realizaba. El desarrollo de una buena jerarquía de exposiciones puede ser confuso, por lo que es importante encontrar un buen terapeuta, ya que hacerlo sin control ni supervisión no hará otra cosa más que agravar los síntomas. Además, en algunos casos puede ser recomendable recurrir a medicación, por lo que es importante consultar con profesionales sanitarios.