Delgadez, ¿a cambio de qué?

La obesidad y el sobrepeso están cada vez más extendidos en nuestra sociedad; el principal objetivo a la hora de perder peso es lograr una mejora en la salud global, dado que ésta se ve enormemente perjudicada por el exceso de peso, principalmente a nivel cardíaco y circulatorio.

¿Tomaríais una pastilla que os hiciera perder 5 Kg, pero no mejorara la salud cardíaca y pudiera produciros ansiedad o depresión?

Esta es la pregunta que se están realizando en EEUU ante la negativa a legalizar un fármaco denominado Rimonabant, que ya se comercializa en algunos países de Europa y que promete importantes pérdidas de peso, a la vez que puede servir como ayuda para dejar el tabaco. Pero la realidad parece no ser tan prometedora como sus indicaciones.

En un estudio clínico con 839 pacientes obesos, el fármaco no logró mejorar la salud cardíaca, a pesar de que los pacientes perdieron una media de 4 Kg, en comparación con los pacientes que tomaron un fármaco placebo, que perdieron como media cerca de medio kilo de peso.

Además de ello, cerca del 43% de los pacientes que tomaron el fármaco tuvieron consecuencias psicológicas adversas tales como ansiedad, depresión e insomnio, en comparación con el 28% que tomó placebo; de todos los pacientes que tomaron Rimonabant, uno se suicidó y otro intentó suicidarse.

¿Qué opináis sobre esta polémica?

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Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.

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