El pasado mes de abril tuve el honor de participar de nuevo en el evento de Gestionando Hijos en su VIII edición en Barcelona. Para todos los que no pudisteis estar allí hoy os traigo el vídeo de mi ponencia, en la que hablé de un tema que interesa a todos los padres: la autonomía. Y es que quizá aquello que nos han dicho que son los niños autónomos no sea del todo cierto…
¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a ser más autónomos?
- Que nuestros hijos sean autónomos no tiene que implicar nunca ni llanto ni sufrimiento. Si lo implica es que estamos yendo más rápido de lo que ellos pueden ir.
- Implica tiempo, mucho tiempo. Un trayecto de cinco minutos con el niño en brazos o en el carro nos lleva quince porque se para a ver todas las florecitas que hay por la calle. Requiere tener paciencia para ver cómo se pone el calcetín mal una y otra vez.
- Requiere confianza, tenemos que confiar en que ellos van a poder salir de las situaciones en las que se metan y no estar siempre acompañándoles diciendo a ver si te haces daño, a ver si te vas a caer. Los niños necesitan asumir riesgos, ponerse a prueba, pero como padres no podemos consentir que corran peligros inncesarios. Si no confiamos en ellos, vamos a condenar su autoestima, vamos a hacerles creer que no son nadie sin nosotros, que no son capaces de trepar, columpiarse, de experimentar, de andar. Sin esa confianza ellos están vendidos.
- Necesita que tengamos paciencia para esperar a que llegue ese momento en que se sientan capaces y paciencia para acompañarles durante todo ese proceso de aprendizaje, porque cuando toman la iniciativa de hacer algo no significa que sean capaces de hacerlo de forma pulcra e impoluta en todo momento.
- Implica ir paso a paso. Si para nosotros es muy importante que se vistan y desvistan solos, vamos a priorizar eso y apartemos temporalmente otros logros que ya vendrán. O si lo importante es que se laven los dientes vamos a centrarnos en eso.
- Requiere flexibilidad. Ellos no son capaces de hacer siempre todo a la vez. Hay momentos y momentos. Podemos fomentar la autonomía en el momento de la ducha o en el baño de la tarde, pero por las mañanas, con las prisas, quizá no es el momento.
- Debemos permitirles errores. Los errores son el motor del aprendizaje. Nos lo tenemos que aplicar nosotros mismos, tenemos que dejar de sentirnos acomplejados por cometer errores y saber que los errores forman parte de nuestro proceso de aprendizaje. Sin esos errores no seríamos quienes somos hoy. Tenemos que aprender de nuestros errores y transmitir a nuestros hijos esa capacidad de aprender de nuestros errores.
- Si alguna vez dudáis de quién es el mayor experto sobre educación y desarrollo, esos expertos son nuestros hijos, porque ellos saben mejor que nadie cuándo tienen hambre, cuándo están listos para dejar el pañal o cuando pueden dormir solos. NO tenemos que ir delante de ellos tirándoles de la mano para que consigan ir a un sitio al que no saben siquiera que están yendo. Tenemos que estar un pasito por detrás de ellos, dejarnos guiar, ser capaces de identificar esas señales que nos indican que ahora está preparado
Además del vídeo, tenéis un completo resumen de la ponencia en la web de Gestionando Hijos. ¡Espero que os guste!