Hoy os voy a hablar de un concepto que suelo emplear con frecuencia con algunos de mis pacientes; es el concepto de “maleta vital”, y lo utilizamos para reflexionar sobre la propia evolución personal y los cambios. ¡Vamos a verlo!
https://youtu.be/0xiAp5IWDXo
Lo de enfocar la vida como un viaje es un símil que está ya más que sobado, pero si se utiliza con tanta frecuencia es, precisamente, porque es bastante acertado. Desde que nacemos emprendemos un viaje que nos va llevando por distintos lugares, algunos más interesantes que otros, unos más bonitos, otros menos, unos más fáciles, otros más difíciles. Y ese viaje, nos guste o no, todos sabemos perfectamente a dónde nos lleva. Jorge Manrique lo expresó perfectamente en las coplas a la muerte de su padre: nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir…
Cuál es tu maleta vital
Pero bueno, no nos centremos ahora en el final, volvamos al camino. En este viaje todos llevamos un equipaje vital con el que nos vamos enfrentando a los diferentes retos que se nos ponen por delante. Pero ese equipaje necesariamente será distinto en función del destino al que pretendamos ir: no vamos a llevar la misma maleta si vamos al Caribe que si nos vamos al Polo Norte. No llevaremos lo mismo a un viaje de negocios que a uno de ocio. En invierno o en verano. Solos o acompañados. Ese equipaje es cambiante, y esto nos deja algunos problemas: el primero: que no podemos llevar siempre encima todo lo que necesitemos, debemos elegir. El segundo, que hay que cambiar de maleta entre viajes, pero muchas veces nos cuesta deshacernos del lastre, de ese equipaje que no necesitamos. Pero si no lo hacemos, no podemos hacernos con el material para la siguiente aventura, e iremos arrastrando un equipaje viejo, inútil y obsoleto. Ese bañador puede ser muy bonito y puedes estar muy apegado a él, pero estando en Siberia te va a servir de muy poco…
Pues bien, la vida funciona del mismo modo; en cada etapa, en cada momento, ponemos en marcha unas determinadas estrategias que en ese momento pueden ser las más adecuadas y nos ayudan a superar una situación concreta. Por ejemplo lo que algunos llaman mecanismos de defensa. Pero el caso es que llega un momento en el que dejamos de necesitarlos y toca deshacernos de ellos para aprender las estrategias y habilidades que necesitaremos en la siguiente fase.
Quizá en el pasado necesitaste centrarte mucho en ti para salir de un momento complicado que estabas viviendo, pero ahora puedes abrirte más a los demás. Quizá en el pasado te encerraste por miedo a que te hicieran daño, pero ese peligro ya ha desaparecido y puedes arriesgar de nuevo. Quizá en el pasado necesitabas que tu día a día estuviera muy estructurado y con un horario muy marcado, pero ahora ya no es necesario. O al revés, quizá en el pasado podías tener una flexibilidad que, en estos momentos, no puedes permitirte. Porque la situación ha cambiado.
Esto también lo podemos ver con mucha claridad en los niños. En función de su momento del desarrollo tienen distintas necesidades, y el trato que les demos debe ir de la mano con esas necesidades cambiantes. Por ejemplo, un bebé necesita mucho contacto físico, que le tengan en brazos constantemente, una protección absoluta… pero ese bebé va a crecer, y poco a poco esa necesidad de contacto constante va a dar paso a la necesidad de explorar y alejarse de sus padres. Necesitará experimentar con el entorno, descubrir lo que hay alrededor, y debemos darle esa oportunidad. Si en ese momento nos empeñamos en seguir cogiéndole en brazos a todas horas, no estamos satisfaciendo su necesidad presente, no hemos sabido evolucionar con él.
¿Cuál es tu “maleta vital”?, ¿qué es eso que arrastras del pasado, que en otro momento te ayudó a avanzar, pero que ahora te supone un lastre? Es interesante reflexionar sobre esto y poder identificar esos recursos para poder hacer frente a nuevas situaciones y adaptarnos mejor al momento que estamos viviendo ahora.
En "Niños sin etiquetas" (Ed. Paidós, 2020) hacemos un recorrido por las etiquetas que más habitualmente se utilizan para calificar a los niños: consentidos, malcriados, caprichosos, mentirosos, desobedientes, tiranos, dependientes, mal comedores… Y damos algunas ideas, consejos y múltiples ejemplos para para educarlos evitando caer en ellas.
"Hijos y padres felices" (Ed. Kailas, 2017) es nuestro libro sobre crianza centrado en la etapa 0 a 3 años: apego, lactancia, alimentación, sueño y colecho, rabietas, límites, premios y castigos, movimiento libre, retirada del pañal… Aquí abordamos gran parte de lo que ocurre durante los primeros años de vida de los niños.
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Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.