Herramientas para la corresponsabilidad en pareja

Para la inmensa mayoría de las parejas, especialmente las que tienen hijos, la gestión de las tareas compartidas del día a día es casi un deporte extremo. ¿Quién tiene que hacer qué?, ¿has pagado las extraescolares?, ¿mañana recoges tú a la niña de gimnasia?, ¡nos hemos vuelto a quedar sin leche!… ¿os suena? Bueno, pues hoy vamos a ver algunas herramientas que nos pueden ayudar a poner un poco de orden en este caos mediante la corresponsabilidad. Veamos.

 

Prácticamente con todas las parejas que acuden a consulta acabamos hablando de estos temas, porque nos afectan a todos. Dando por sentada la corresponsabilidad, o al menos un reparto más o menos justo de las tareas, el reto viene en cómo llevarlo a cabo, porque el día tiene las horas que tiene y no tenemos tiempo para casi nada. Suelo insistir mucho a las parejas en que la base para poder gestionar con éxito el día a día es la comunicación. Si no hay comunicación es imposible coordinar todo lo necesario de una casa, y menos cuando hay hijos por medio.
Una estrategia básica de comunicación es reservar un pequeño espacio de tiempo al final de cada semana para planificar y organizar lo que está por venir la siguiente semana y evitar tener que ir siempre a salto de mata. Vamos a dar un vistazo al calendario, ver si hay algún evento extraordinario, qué necesidades vamos a tener, nuestros horarios, si hay excursión del cole o si tenemos que dejar el coche en el taller. Saberlo con antelación nos va a permitir estar preparados y minimizar las fricciones.

Pues bien, esa primera estrategia está clara: sentarse y hablar, planificar, coordinar, organizar… qué palabras más bonitas, ¿verdad? Pero esos momentos de poder conversar en pareja con calma van caros y no siempre es posible tenerlos. Y cuando los tenemos, tampoco podemos hablar de absolutamente todo lo necesario para que la familia no entre en el caos. Entonces, ¿qué hacemos? Tenemos que buscar otras herramientas. Por suerte, hoy en día la tecnología nos da unos recursos que nos pueden facilitar mucho las cosas.

Primero: un calendario familiar compartido. Tener un calendario en la cocina está muy bien, con sus anotaciones, sus círculos rojos en días importantes, etc. Pero tiene un pequeño inconveniente: que está en la cocina. Como complemento (o incluso como sustituto) a este calendario podemos tener un calendario compartido (en google calendar, en ical, o donde queramos) al que tanto nuestra pareja como nosotros tengamos acceso (y si los hijos son mayores, también). ¿Qué anotar ahí? Todas las actividades y eventos que de un modo u otro afectan a varios miembros de la familia: una excursión, días no lectivos, exámenes, planes familiares, médicos, peluquería, reuniones… La ventaja es que podemos consultarlo estemos donde estemos y evitar programar actividades que sean incompatibles; también el hecho de poder establecer un recordatorio para algunos eventos importantes viene bien (por ejemplo, que nos recuerde la cita con el dentista unos días antes).

Más recursos: lista de la compra compartida. Hay apps específicas para eso, pero también vale con una lista de tareas tipo google keep o recordatorios de apple. La lógica es sencilla: cada vez que se agota algo, se anota en la lista, y quien va al supermercado mira esa lista que siempre está actualizada. De este modo evitamos olvidarnos de ciertas cosas o acabar teniendo tres botes de champú por empezar.

A mitad camino entre el calendario y las listas están los recordatorios; muchos tenéis en casa altavoces inteligentes, ¿verdad? Ya sean de Alexa, Google o Apple. Pues bien, ¿que el lunes hay que llevar una cartulina al cole? “Alexa, recuérdame el lunes a las 08:15 de la mañana que hay que coger una cartulina para el cole”. Así, cuando estemos desayunando el lunes y ya nadie nos acordemos de la cartulina, tachaaaan, Alexa se acordará por nosotros.
Otro recurso: es buena idea tener una carpeta compartida en la que guardamos cierta documentación familiar importante, como los DNIs, libro de familia, tarjetas sanitarias, etc. Esto es muy útil cuando tenemos que hacer algún trámite oficial, matrícula en la escuela, etc. y no siempre tenemos a mano los documentos más habitualmente solicitados. Eso sí, ojito con el tema de la seguridad.

Más cosas: pensar cada día en qué hay que hacer para comer o cenar es un estrés y una importante carga mental para quien lo hace. Es más sencillo y eficiente coordinar en pareja los menús y la lista de la compra para que el encargado de llevarlo a cabo simplemente tenga que hacer eso, llevarlo a cabo. Una recomendación que a nosotros nos funciona muy bien es tener preparados varios menús base que vamos rotando cada semana y adaptándolo a nuestras necesidades y preferencias en cada momento. Esto implica dedicarle un tiempo a confeccionar tres o cuatro menús que sean razonables, tanto desde un punto de vista nutricional como práctico, y luego cada semana ir cambiando el menú. Una forma de llevarlo a cabo es mediante notas compartidas de alguna app, donde tengamos los menús base y cada semana introduzcamos las modificaciones que sean necesarias. Así, quien vaya al supermercado puede consultar el menú semanal y revisar que en la lista no falte nada para los siguientes días.

En resumen: que un ingrediente esencial para la corresponsabilidad y la conciliación es tener una buena comunicación. Pero esto no se limita solo a hablar, sino también a utilizar herramientas que tenemos a nuestro alcance, que nos hacen la vida un poco menos complicada, sobre todo cuando tenemos hijos y éstos son pequeños.

A la venta en todas las libreras nuestros libros "Niños sin etiquetas" e "Hijos y padres felices"".
En "Niños sin etiquetas" (Ed. Paidós, 2020) hacemos un recorrido por las etiquetas que más habitualmente se utilizan para calificar a los niños: consentidos, malcriados, caprichosos, mentirosos, desobedientes, tiranos, dependientes, mal comedores… Y damos algunas ideas, consejos y múltiples ejemplos para para educarlos evitando caer en ellas.
"Hijos y padres felices" (Ed. Kailas, 2017) es nuestro libro sobre crianza centrado en la etapa 0 a 3 años: apego, lactancia, alimentación, sueño y colecho, rabietas, límites, premios y castigos, movimiento libre, retirada del pañal… Aquí abordamos gran parte de lo que ocurre durante los primeros años de vida de los niños. 
Niños sin etiquetas alberto soler concepción roger
Y si os interesan los temas relacionados con la crianza y la educación, podéis acceder ya a nuestros cursos en la Escuela Bitácoras, “El sueño en la infancia”, “Rabietas y límites desde el respeto” y “Cómo fomentar la autonoma”. Cada uno de ellos con más de tres horas de contenido. Son cursos que puedes hacer a tu ritmo, viendo cada lección tantas veces necesites, e incluso descargando en mp3 el audio para escucharlo dónde y como quieras. ¡Y si utilizas el código ALBERTOSOLER tendrás un 10% de descuento!
Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.
Tags: No tags

Responder

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.