Los cuentos son una herramienta muy poderosa para hacer frente a los miedos, tanto a los reales como a los imaginarios: a los monstruos, a la oscuridad, a los desconocidos, al fracaso, al rechazo, a la escuela o a lo que sea que le tengan miedo nuestros peques. Al leer un cuento, las niñas y los niños empatizan con los personajes, se exponen en su imaginación junto a ellos, a los miedos que tienen delante. Pues bien, en este vídeo os traemos una recomendación especial para nosotros, porque vamos a hablaros de nuestro primer cuento infantil! Esperamos que os guste =)
Los que nos seguís sabéis que nos gustan los cuentos, nos gustan las historias, los dibujos… nos gusta miralos, tocarlos, leerlos, leérselos a los niños, que poco a poco que los vayan leyendo ellos… igual luego el problema es guardarlos cuando te juntas con demasiados, pero vamos, que nos encantan, y en parte por eso, suponemos que a nuestros hijos también.
Pues bien, hemos tenido la gran suerte de que la editorial Penguin Random House nos propuso hace un tiempo poder escribir nuestro primer cuento, y aquí lo tenéis. Ya es una realidad. Lo que empezó como una historia casera que les contábamos a nuestros hijos, se transformó en un cuento, y después con las ilustraciones tan chulas que ha hecho Nuria Albesa, se ha convertido en este bonito libro ilustrado que tenemos hoy aquí.
¿Y de qué va? Pues como podéis ver ya en la portada, para este cuento nos hemos centrado en el miedo, una emoción muy universal pero con tan mala prensa, que muchas veces querríamos evitarla a toda costa, a veces para nosotros mismos, y otras veces querríamos evitársela a nuestros hijos. Como es un poco desagradable (un poco o un mucho) a veces queríamos no sentirla, pero en realidad la necesitamos tanto como a otras emociones que nos gustan más, y de hecho no tenerla sería también un problema… y esto es lo que les pasa a los protagonistas de nuestra historia: Lisa es una niña con miedo que querría no tenerlo, y Churuchuru es un “marcianito” que querría tenerlo, pero que no lo tiene y lo debe “aprender”. Porque sabe lo peligroso que es no tener “este superpoder” que nos ayuda a manejarnos con cuidado y a no meternos en demasiados problemas.
Así que de la mano de Lisa y su nuevo amigo Churuchuru, los niños (y los padres) podemos aprender que el miedo no es tan malo como a veces nos parece, que no es tan terrible sentirlo, que podemos avanzar a pesar de él y que, de hecho, los valientes no son los que no tienen miedo, sino los que continúan a pesar de tenerlo.
Y es que, como decíamos en la introducción, los cuentos son una herramienta muy poderosa para hacer frente a los miedos, tanto a los reales como a los imaginarios: a los monstruos, a la oscuridad, a los desconocidos, al fracaso, al rechazo, a la escuela o a lo que sea que le tengan miedo nuestros peques. Al leer un cuento, las niñas y los niños empatizan con los personajes, exponiéndose en su imaginación junto a ellos a los miedos que tienen delante. Experimentan tensión junto a ellos y alivio cuando estos los superan. Así, los cuentos permiten plantar cara a los miedos, ponerles nombre e incluso forma, desdramatizarlos, comprenderlos, compartirlos, normalizarlos y les da herramientas para poder vencerlos.
Por ejemplo, para el miedo a los monstruos, muy frecuente en los niños, desde siempre la tradición oral ha creado historias protagonizadas por monstruos, que se utilizaban para enseñar a los niños a protegerse de diferentes peligros: éstos les ayudaban a ser cautos al adentrarse en un bosque, a estar alerta ante personas desconocidas, con historias que les ayudaba a entender el valor del esfuerzo o el trabajo, etc. Antes de la globalización, cada región contaba con sus propios monstruos, que hablaban de los miedos y peligros importantes para los habitantes de cada zona. Conocer estos monstruos, ponerles nombre, escuchar sus historias, puede servir “como una vacuna” contra el miedo, inoculándoles “a modo de virus atenuado” un pequeño temor, manejable, que se da estando acompañados, y que sirve de entrenamiento para manejar más adelante otros miedos.
En Valencia, por ejemplo tenemos el Butoni, la Quarantamaula o al Home dels nassos, y cada región tiene a los suyos propios. Para conocer a los nuestros podéis buscar el disco “De por” de Dani Miquel, o el libro de Dani Miquel y Francesc Gisbert “La María no te por”, que también tienen adaptación a obra de teatro de la compañía valenciana Disparatario. Pero bueno, volviendo a nuestro libro, que me pierdo… aquí lo tenéis, estamos muy contentos con el resultado, como veis, los dibujos son súper bonitos y por lo que nos dicen las primeras personas que lo están leyendo, parece que está gustando bastante. Nosotros estamos especialmente ilusionados con los mensajes que nos llegan de los peques. Desde la editorial nos han dicho que la primera edición ya se ha vendido, así que vamos ya a por la segunda; tenemos que daros las gracias a los que ya lo habéis comprado y esperamos que os guste mucho mucho. Y, sobre todo, esperamos que les guste a los peques, ya que es para ellos.
Si queréis comprarlo, lo podéis encontrar este enlace, o en cualquier librería, pero ante la duda, si lo podéis comprar en la librería de barrio que os pille más cerca, pues casi mejor, porque así de paso apoyamos al pequeño comercio.