Apuestas on line: una adicción en alza

Se publicita como algo asociado a un estilo de vida envidiable, dinámico, lleno de diversión, felicidad y éxito, además de la mano de grandes nombres del deporte y la televisión. Pero detrás de esa imagen que nos pretenden vender se esconde un drama social que, como de costumbre, se ceba con los más desfavorecidos. Hoy vamos a hablar de las apuestas on line.

A ver, que los juegos de azar no nacieron ayer. Ni tampoco antesdeayer. Hay constancia de que en Babilonia, China o India ya se jugaba hace más de 3000 años. En realidad, los juegos de azar han estado presentes durante toda la historia: el pueblo se entretenía con ellos, el estado recaudaba impuestos, unos pocos ganaban, la mayoría perdían, y algunos se hundían en la miseria. La historia ha dado grandes adictos al juego, quizá uno de los más famosos haya sido Dostoievsky porque escribió “El jugador”, una obra casi autobiográfica en la que muestra el sufrimiento emocional de los jugadores y que, de hecho, escribió para poder pagar sus deudas de juego.

La llegada de las apuestas on line

Pero bueno, no nos vayamos por las ramas. Que sí, que el juego ha existido siempre, pero desde hace unos pocos años el panorama ha cambiado de una forma muy importante con la llegada de las apuestas on Line. El hecho de poder jugar en cualquier sitio, a cualquier hora, y apostando por eventos de todo tipo y lugar es algo que, hasta ahora, nunca había sido posible. Hace 20 años lo que arrasaba eran las máquinas tipo B, lo que se conoce popularmente como tragaperras. ¿Por qué triunfaban tanto? Por varios factores, entre ellos su gran accesibilidad (estaban en todos los bares), el bajo coste de la apuesta, la inmediatez del refuerzo, la ilusión de control (apretar botones y palancas hacía creer que controlabas algo), y el programa de refuerzo en el que se basan, el más potente de todos: un programa de razón variable. ¿Que cuánto triunfaban? Fijaos, por ejemplo en la comparación con los casinos o los bingos. Las máquinas B lo petaban mucho a principios de siglo:

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Pero de manera progresiva, y con la expansión del acceso a internet, comenzaron a popularizarse las apuestas on line, hasta que en el año 2011 se legalizaron en España. A partir de ese momento el panorama de juego cambia mucho, y a la vez las problemáticas asociadas. Todo lo que hacía triunfar a las máquinas B está presente en las apuestas on Line, pero potenciado: accesibilidad, inmediatez, ilusión de control… 

El caso es que el sector de las apuestas on line crece sin parar, a un ritmo vertiginoso: entre 2013 y 2017 creció aproximadamente un 25% cada año, a la vez que no deja de crecer la cantidad de dinero que se mueve en el juego on line; según el indicador que tomemos, se multiplica el volumen de dinero por dos, por tres o por cuatro durante los últimos años, mientras que el número total de jugadores “solo” se ha duplicado. ¿Qué quiere decir esto? Que quienes juegan, juegan muchísimo más. Son clientes muy fieles. O si lo preferimos, jugadores muy enganchados. Y no es casual. Estos juegos están hechos para generar muchos beneficios a las empresas que los organizan; obviamente no son hermanitas de la caridad que quieren repartir dinero entre los pobres. Más bien es al contrario: grandes empresas que quieren quitar su dinero a los pobres para quedárselo ellos, los ricos. Cómo Robbin Hood pero al revés vaya…

¿Pensáis que ee estoy pasando?, ¿que esto es una exageración? Pues ya me gustaría pero no, no lo es. De hecho, un reciente informe muestra como las empresas de casas de apuestas eligen abrir en barrios donde los alquileres son más baratos, la renta es inferior a la media y donde la tasa de desempleo y la desesperación es mayor. Zonas donde la población tiene menos estudios y la proporción de extranjeros es mayor. Esto no es casual: eligen zonas de especial vulnerabilidad para lanzar su señuelo de “dinero fácil” a personas en situación desfavorecida. Y no solo se sitúan en barrios humildes, también lo hacen cerca de los centros educativos: por ejemplo en Madrid uno de cada cuatro centros de bachillerato o FP están a menos de 150 metros de distancia de un salón de juegos. Esto puede verse en el mapa que han hecho en la web stopcasasdeapuestas.com, donde se identifican cuatrocientos locales que cumplen este criterio.

Apuestas on line y menores

¿Y por qué esto de los centros educativos es importante? Porque, pese a que el juego de apuestas no es una actividad permitida para menores, los estudios muestran que cada vez más adolescentes lo realizan; según datos recientes el 16% han jugado durante el último año, y entre el 2,5 y el 5,6% cumplen criterios de juego de riesgo. Estos mismos estudios muestran, como ocurre con otras adicciones, que cuanto más temprana es la edad de inicio, mayor probabilidad de desarrollar una conducta problemática (en la edad adulta). Esto, a nivel de salud pública, puede ser un problema, pero a nivel empresarial es un filón: cuanto antes consigas llegar a tu cliente, más lo vas a fidelizar… o a enganchar vamos… Aunque le destroces la vida. Eso “es lo de menos” a nivel empresarial. 

Por eso es importante que haya políticas públicas que protejan a los menores del juego. La prevención debe comenzar cuanto antes, y nunca más tarde de los 15 años. Porque a esa edad ya vamos muy tarde…

Accesibilidad y normalización: factores clave para iniciarse al juego

Hay muchos factores que influyen a la hora de que una persona empiece a jugar o se mantenga esta conducta de juego; hay factores psicológicos, biológicos, sociales… No me voy a detener en todos, pero voy a mencionar dos que son determinantes: la accesibilidad y la normalización. 

La accesibilidad, entendiéndola como lo fácil que sea jugar o acceder a un local de juego, es un factor de riesgo importantísimo que explica en gran parte el incremento constante en el número de menores que apuestan y de jugadores patológicos. Antes si querías jugar tenías que irte al bingo o al casino; ahora tenemos casas de apuestas en cada esquina, cerca de los centros educativos… pero por si esto fuera poco, tenemos además las apuestas on line. Diversos estudios han encontrado que la mayor oferta de este tipo de apuestas a través de dispositivos móviles se ha relacionado con un aumento de la frecuencia de juego y predisposición al juego problemático especialmente entre adolescentes. 

Y otro factor importante es la normalización del juego. Aquí entra en juego el papel de la familia y el entorno. Que los padres tengan una actitud favorable al juego es un factor de riesgo muy importante para desarrollar adicción, y con el entorno social pasa lo mismo. Es por esto que las empresas de apuestas se esfuerzan por mostrar el juego como una alternativa de ocio, asociada a un estilo de vida divertido, alejado de conductas de riesgo. Se asocian con personajes famosos del mundo del deporte o del espectáculo para aprovecharse de su efecto halo; la sobre exposición mediática mediante anuncios, los patrocinios en eventos deportivos, la presencia de locales de apuestas en las calles o las máquinas en los bares, contribuyen a esa normalización. La asociación con el deporte, especialmente con el fútbol, es potentísima. De hecho, tan sólo hay un equipo de primera división que no haga negocio con la publicidad de las casas de apuestas. 

¿Cómo ayudar a alguien con problemas de juego?

¿Y qué hacer si tienes un familiar con una conducta de juego preocupante? Lo primero a tener en cuenta sería evitar la confrontación directa. Porque si se siente atacado, lo único que conseguirás es que se aleje más de ti y no podrás ayudarle. El objetivo inicial sería ayudarle a ser consciente de su problema e incrementar su motivación para el cambio. Para ello deberías mostrar empatía y no juzgarle. Ayúdale a relacionar sus problemas con su conducta de juego y busca ayuda en centros y asociaciones especializados. La adicción al juego, como cualquier otra adicción, raras veces desaparece sola; al contrario, tiende a agravarse con el tiempo, por lo que la búsqueda de ayuda profesional es imprescindible. En tu ciudad o provincia seguro que existen asociaciones y centros especializados en los que atienden tanto a los pacientes como a sus familiares. Si no sabes cómo ayudar a un ser querido, este puede ser un primer paso. 

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Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.
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