Pantallas en las escuelas: ¿demasiadas y demasiado pronto?

Espero que a estas alturas ya vayamos teniendo claro que las pantallas no son muy recomendables para los niños pequeños. Al menos los que nos seguís habitualmente, creo que me habréis escuchado hablar del tema más de una vez. Poco a poco madres y padres vamos entendiendo el problema y tratando de cumplir las recomendaciones, pero ¿qué pasa con el entorno?, ¿qué hacemos con los abuelos, los tíos o peor aún, los coles que deciden enchufar a nuestros hijos a las pantallas?

 

Como os decía, está ya bastante claro que las pantallas no son recomendables para niños pequeños. Hay mucho acuerdo en que deberíamos evitar totalmente la exposición a televisión y otras pantallas por debajo de los dos años y limitar mucho su exposición al menos durante la etapa de infantil.

La AAP recomienda que los padres establezcan «zonas libres de pantallas» en el hogar, asegurándose de que no hay televisión, ordenador o videojuegos en los dormitorios de los niños, y apagando la televisión durante las comidas. Los niños y adolescentes deberían usar estos medios durante no más de una o como mucho dos horas diarias, y siempre teniendo en cuenta que sean contenidos de alta calidad y adecuados a su edad (por si tenéis dudas el juego del calamar no es para niños).

¿Y por qué tenemos que ir con tanto cuidado con las pantallas? Pues porque los niños tienen muchas cosas más importantes que hacer como emplear su tiempo en juegos al aire libre, juegos activos, lectura, en sus aficiones y usando su imaginación en situaciones de juego libre. Pero a veces ocurre que los padres estamos haciendo el pino puente para intentar cumplir las recomendaciones, pero nuestro entorno no nos lo pone nada fácil. Dejamos a los niños con los abuelos y les ponen los dibujos, vamos a casa de los tíos y están viendo el futbol, si no es que están las noticias puestas dando el parte de los muertos de la pandemia o el último asesinato o violación… pero bueno, si se trata de nuestro entorno más cercano aún nos queda cierto margen de maniobra. Podemos decidir no ir tanto a esa casa y podemos quedar con ellos al aire libre, podemos decirles que por favor no pongan la tele o pedirles que al menos los contenidos sean adecuados para los niños. ¿Pero qué pasa cuando las pantallas nos vienen dadas desde el cole?

Este vídeo lo grabamos a raíz de un mensaje de una mamá que nos ha escrito un poco agobiada porque su hijo de 3 años acaba de empezar el cole y se encuentra con la sorpresa de que tienen en clase tabletas a su alcance para jugar a “juegos educativos”; que a esta edad ya subirán al aula de informática y que además les ponen dibujos en el almuerzo y luego en el comedor… Sí, como lo oís.

Nos están diciendo a los padres que tenemos que apañarnos para no echar mano de todo esto, nos advierten que no les enchufemos a pantallas y menos para comer, que los videojuegos deberían esperar mucho más, y resulta que les dejamos en el cole con 3 años y lo que no hemos hecho en casa en todo este tiempo van a empezar a hacerlo ahora allí todos los días… Parece que no tiene mucho sentido esto, ¿no?

Nos pregunta esta mamá si esto viene de alguna directiva de Consellería o cómo está el tema. Pues la verdad es que no lo sabíamos, así que le hemos preguntado a un orientador escolar y a una directora de colegio y por lo que nos dicen, parece que no hay ninguna normativa al respecto. Cada centro tiene su PEC, el proyecto educativo de centro con unas líneas base en las que se acuerda el enfoque que se les va a dar a estos dispositivos, como usos, repartos y tiempos. Estas cuestiones se suelen tratar en la comisión de coordinación pedagógica, o COCOPE como le dicen en los coles, y se suele recomendar que el uso que se les de a estos dispositivos sea pedagógico y no recreativo, que se haga en base a las necesidades de cada alumno, que se enfoque a explicarles las plataformas de Consellería, los programas básicos de ofimática y este tipo de aplicaciones.

Hasta aquí parece todo correcto, porque claro, entendemos que vivimos en el siglo XXI, que las TICs están ahí y habrá que introducirlas en algún momento y tal, pero no sé si en infantil esto es realmente necesario, y aparte como en todo, habrá quien lo emplee mejor y peor. Lo que no parece que tenga mucho sentido es ponerles dibujos a los niños para almorzar y para comer, y además dejarles con 3 años tablets para que jueguen. Esto parece más bien una perdida de oportunidad para hacer otras cosas y una fuente de conflictos.

¿Y qué podemos hacer?

Bueno, pues siendo que esto es algo que por lo que nos dicen, se decide a nivel de cole, habrá que hacer ruido a ese nivel. ¿Y cómo? Podemos hacer muchas cosas. Para empezar podemos hablarlo con la tutora, podemos plantearlo en el AMPA, podemos proponer formar alguna comisión que se ocupe del tema, podemos plantear llevarlo al consejo escolar o quizá presentarnos candidatos para formar parte del mismo.

En cualquier caso, tanto para las pantallas como para la comida o la disciplina, no perdamos de vista que en el cole pasan solo unas horas al día, solo unos días al mes. Recordemos la importancia de lo que hacemos en casa, porque por mucho que busquemos el colegio perfecto, seguro que en cualquier escuela o colegio veremos cosas que nos van a gustar más o menos, pero que no nos venga todo bien del cole al que vayamos no quiere decir que no pueda ser un colegio estupendo para nuestros hijos. No perdamos el foco. Seamos capaces de seguir viendo todo lo positivo por lo que decidimos llevar a nuestros hijos allí.

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Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.
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