Solo usamos un 10% del cerebro: ¡libera todo el potencial de tu mente!

Es bien sabido que las personas solo utilizamos un 10% de nuestro cerebro. ¿Hasta dónde podríamos llegar si lográramos desarrollar todo nuestro potencial? En realidad ese límite solo está en nuestra mente: todos podríamos desarrollar nuestras potencialidades hasta alcanzar un nivel de funcionamiento muy superior que nos permitiría cosas que hasta ahora solo podemos imaginar. Albert Einstein, Bill Gates, Steve Jobs… ellos descubrieron cómo desafiar ese límite del 10%, y ahora tú estás a punto de descubrirlo. ¡Vamos a verlo!

 

El mito del 10% del cerebro

Tranquilos, no me he dado ningún golpe en la cabeza, no os preocupéis. Pero es que este es el argumento que utilizan muchos de los que defienden uno de los mitos más extendidos sobre la psicología y el cerebro: el de que solo utilizamos el 10%. Obviamente es una tontería como la copa de un pino que no tiene por dónde sostenerse, pero lo sorprendente es que a día de hoy todavía hay un montón de personas que creen que es así. Hace algunos años se hizo una encuesta a estudiantes de psicología a quienes se les preguntaba qué porcentaje de su capacidad cerebral piensan que utiliza habitualmente la gente. Y alrededor de un tercio de las respuestas indicó que un 10%. En otra encuesta realizada a licenciados de distintas especialidades en Brasil, el 60% también respondió que el 10%. Pero es que incluso un 6% de los neurocientíticos (¡ojo, NEUROCIENTÍFICOS!) creía lo mismo. Vamos, que está muy extendido el mito. 

Pero cuando un mito está tan extendido normalmente no es por casualidad, sino porque beneficia a alguien. Por ejemplo, desde el  marketing, que vive de la esperanza que tiene la gente de superarse y progresar, se alimenta mucho ese mito y han sido muchos los anuncios y campañas que hacen mención al famoso 10%. Pero un ámbito en el que esto se explota hasta niveles cósmico-cuánticos es el de las pseudoterapias y la new age. Por ejemplo, Uri Geller, el que doblaba cucharas, afirmaba que lo hacía gracias a haber desarrollado su mente más allá de ese 10%. Y ahí hay un filón, un negocio para explotar: si yo soy capaz de doblar cucharas porque he desarrollado mi cerebro más allá del 10% de su capacidad, ¡¿qué podrías hacer tú?!. 

Alrededor de esta idea se venden libros, cursos, talleres, terapias, artefactos, alimentos, complementos… todos ellos dirigidos a quienes no se conforman con la mediocridad de usar solo el 10% de su cerebro o de “su potencial” si lo preferís. 

Este mito está claro que se sigue perpetuando porque hay interés por parte de ciertos sectores en que exista, es un argumento de venta para determinados productos, servicios e incluso sectas, pero ¿cómo se originó? Hay varias hipótesis. Una es que William James, pionero de la psicología, llegó a afirmar en algunos textos que él dudaba de que las personas alcanzaran más de un 10% de su potencial intelectual, algo que nunca relacionó con un porcentaje específico del cerebro. De ahí se empezó a transformar el mensaje hasta lo que se nos cuentan hoy. 

Otra hipótesis es que en varios estudios se ha establecido que las neuronas constituyen solo un 10% del total de la corteza cerebral humana; pero es que el resto son las células de la glía, sin las cuales las neuronas poco tienen que hacer. Y bien, si esto es así… ¿y por qué Albert Einstein decía eso? Pues muy fácil: porque en realidad Einstein nunca dijo eso, ni tampoco muchas otras citas que se le atribuyen… No te creas todas las citas con foto que veas por Facebook o que te pasen por WhatsApp.

Y algunos estaréis pensando… “vale, señor psicólogo, a ver si en verdad lo que quieres es que la gente no desarrolle su potencial y todo esto te lo estás inventando…“  De acuerdo, veamos algunos argumentos que muestran que esto es una tontería: 

Pare empezar, desde el punto de vista de la selección natural esto no se sostiene. El cerebro, con solo un 2 o 3% de nuestro peso corporal, consume más del 20% de todo el oxígeno y energía que gastamos. Es poco probable que la evolución hubiera consentido tal despilfarro de recursos para un órgano tan infrautilizado, ¿no os parece?

Pero es que desde la neurología  y la neuropsicología esto tampoco tiene por dónde cogerse. Todos conocemos, de cerca o de lejos, alguna persona que ha sufrido algún accidente cerebrovascular (isquémico o hemorrágico) o alguna lesión traumática del cerebro. En estos casos una lesión, sea cual sea su origen, por diminuta que sea, suele tener consecuencias importantes para quien las sufre: parálisis, ceguera, pérdida del habla, de la motricidad de algún miembro, amnesia, vértigos, cefaleas… ya es mala suerte que todo eso no se produzca en el 90% del cerebro que tenemos en barbecho, ¿no? 

Además, es que durante el último siglo se han desarrollado diferentes técnicas de imagen cerebral como el TAC, MR (funcional y estructural) y PET, gracias a las cuales comprendemos mejor cómo funciona el cerebro e incluso se ha podido establecer mapas funcionales sumamente detallados, conociendo con bastante exactitud cuál es la función de cada pequeña área cerebral. Pues bien, todavía estamos a la espera de encontrar algún área que no sirva para algo…

En resumen: que eso de que solo usamos un 10% de nuestro cerebro es un mito sin fundamento. Pero sí que hay algo cierto detrás, y es que el cerebro es un órgano muy flexible, y que cuanto más lo entrenamos y utilizamos, mejor responderá. Y una buena forma de estimularlo es siendo críticos con las cosas que leemos por ahí, como por ejemplo, estos mitos. 

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Licencia Creative Commons Este artículo, escrito por Alberto Soler Sarrió se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 España.
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