“Es que ya no sé qué hacer: le he quitado la consola, de ir al parque después de clase ni hablar, y le he dicho que si sigue así le quito de futbito. Pero pese a todo, su conducta es cada vez peor, ¿qué hago?" Cuestiones como esta son frecuentes cuando ha ...
No sé qué hacer con mi vida: cómo salir del bloqueo
¿Alguna vez has pensado eso de "no sé qué hacer con mi vida"?, ¿te ves abrumado por todos los caminos que podrías tomar, y al final pasa el tiempo y no te mueves del sitio? En los próximos minutos te voy a explicar lo que trabajo con mis pacientes en cons ...
Cómo ayudar a los niños cuando tienen miedo
A las inyecciones, a ir al dentista, la oscuridad, los monstruos…. Todos los niños tienen miedos, y algunos son tan grandes que se pueden llegar a convertir en una fobia. ¿Qué podemos hacer desde casa para ayudarles en estas situaciones y que puedan super ...
Depresión: así es realmente y así se supera
“Mi mujer me dejó porque no era lo suficientemente bueno para ella, nunca seré capaz de seguir adelante sin ella” “Tengo un aspecto horrible, nunca nadie se puede fijar en alguien así”, “Soy un trabajador mediocre, si no me echan es por lástima… nad ...
Tus hijos no son tu propiedad
Haciéndolo breve: no, no tenemos derecho a exponer la imagen de nuestros hijos en redes sociales. No lo tenemos. ¿Que la mayoría de personas lo hacemos en algún momento? Sí. ¿Que eso realmente no debería ser así? También. Los hijos no son una propiedad de ...
Hijas e hijos fuertes y con una sana autoestima
¿Qué es lo que diferencia a las niñas y niños fuertes, resilientes y seguros de sí mismos?, ¿nacen así, o son fruto de la forma en la que son educados? Aunque puede haber una base temperamental, como en todo, de lo que no hay duda es que las vivencias que ...
Por qué lo mejor es enemigo de lo bueno
Parálisis por análisis… Seguramente os habrá pasado alguna vez que ante una decisión importante en la que queríais tomar la mejor decisión, os habéis quedado un poco atascados en la fase de contemplar todas las posibles opciones, los pros, los contras, los qué pasaría sí, el “vale, ya lo tengo claro”… Pero cuando asumes una opción no eres capaz de desprenderte de alguna de las otras: es lo que se conoce como parálisis por análisis. Vamos a ver con un poco más de detalle de qué va esto y qué es lo que podemos hacer en este tipo de situaciones… INTRO Las personas somos todas diferentes. Algunas son más impulsivas, otras más reflexivas. Algunas más habladoras, otras más calladas. Algunas más activas, otras más tranquilas… independientemente de estos rasgos, todos tenemos nuestros momentos más y menos impulsivos, momentos en los que estamos más o menos activos o habladores. Por eso, seamos de un estilo u otro, es fácil que lo que vamos a explicar hoy nos haya pasado en mayor o menor grado alguna vez. Es lo que se conoce como parálisis por análisis. Tenemos que tomar una decisión que para nosotros es importante. Puede tratarse de algo más o menos trascendente, pero el caso es que para nosotros en este momento es algo a lo que le estamos dando importancia (aunque desde el punto de vista de otras personas esta decisión no sea nada importante). Pero el caso es que tenemos diferentes opciones a la hora de decidir, cada una con sus pros y sus contras. Y es que la mayoría de las veces, las decisiones a las que nos enfrentamos no tienen una opción buena y otra mala como en un examen tipo test, sino que más bien son opciones en las que por un lado ganamos algo, pero a la vez tenemos que renunciar a otro aspecto… Que sí, que está muy bien el que nos paremos a reflexionar las posibles opciones antes de tomar una decisión y actuar, de hecho hemos hablado de eso mismo en otros artículos y vídeos. El problema viene cuando nos quedamos atascados en esta fase de análisis, dándole excesivas vueltas al problema, perdiendo tiempo y energía, sin llegar a decidirnos por ninguna opción y por lo tanto sin actuar en uno u otro sentido. Algunas personas se quedan atascados en la búsqueda de información, quieren saber todas las posibles implicaciones de cada una de las opciones posibles y no llegan a dar el siguiente paso. Otras pueden estar conformes con la información que tienen, pero no son capaces de decidirse por ninguna opción, quizá porque no quieren desprenderse de las otras. A veces, simplemente se aplaza el tomar una decisión porque parece que no es el momento o que no estamos preparados en ese momento para hacerlo. Otras veces el miedo al fracaso es parte del problema que nos impide decidirnos y actuar. Pero a pesar de todo, puede ocurrir que el coste de no llegar a tomar una decisión sea en realidad mayor que el de equivocarnos en lo que elijamos. Entonces, ¿qué es lo que podemos hacer cuando nos vemos atascados en una situación así? Cuando somos conscientes de que nos estamos pasando con el tiempo o la energía que le estamos dedicando a una decisión, podemos optar por varias opciones: Limitar el número de opciones. Cuando estamos atascados en este tipo de situaciones menos es más. Es imposible elegir entre todos los posibles modelos de coches, pantalones, zapatillas, u ordenadores. No podemos comparlos todos porque hay demasiados. Es mejor limitar la elección a unas pocas opciones (quizá dos o tres) y dedicarle tiempo a analizar solo estas, en lugar de intentar abarcar todas las posibles opciones. Es por esto que muchos vamos siempre a las mismas tiendas de ropa o compramos siempre los electrodomésticos o cacharritos de una determinada marca. Tener demasiadas opciones puede llevarnos a quedarnos atascados y no llegar a elegir ninguna. Otra cosa que podemos hacer es decidirnos por la primera opción que consideremos suficientemente razonable. Si asumimos que es suficientemente buena, aunque no sea perfecta, podremos salir del bloqueo y seguir adelante con este y otros asuntos importantes. Nuestro tiempo y nuestras energías también son importantes y no tenemos porqué desperdiciarlos. También podemos marcarnos plazos temporales. Cuando estamos atascados sin saber muy bien por dónde tirar, ayuda tener una fecha tope para tomar una decisión. Si no nos viene dada esta fecha por las circunstancias, podemos fijarla nosotros mismos: nos damos un plazo para tomar una decisión, y si pasado este tiempo no la hemos tomado, una de dos, o asumimos la opción que consideremos más razonable en ese momento, o abandonamos la idea y dejamos de dedicarle tiempo y energía. También podemos intentar enfocarlo desde otro punto de vista. En lugar de enfocarlo como una decisión definitiva, podemos plantearnos que probablemente podamos cambiar de opinión en el futuro, cambiar de rumbo, realizar modificaciones, etc. Si le quitamos un poco de hierro a la decisión probablemente sea más fácil decantarnos por una u otra alternativa. Si vemos que no somos capaces de tomar la decisión por nosotros mismos, podemos compartir nuestras inquietudes con otras personas que nos ayuden a decidir. En función de las circunstancias, estas personas pueden ser familiares, amigos, compañeros de trabajo, o de en caso de ser necesario, también podemos solicitar ayuda profesional. Finalmente, un último recurso sería imaginar posibles consecuencias de cada una de las alternativas que barajamos, y exagerarlas llevándolas al extremo. Si las consecuencias no son muy desastrosas llevándolas al extremo, probablemente podamos asumir esa opción como buena o, al menos, elegir la que tenga consecuencias menos graves. Esta es nuestra lista de opciones para salir de esa parálisis, y vosotros ¿qué hacéis para salir de este tipo de situaciones? Si tenéis un truco que os funciona para ayudaros a elegir cuando os sientes atascados, contárnoslo en los comentarios. Y hasta aquí, otra píldora de psicología, si os ha gustado tenéis muchos más vídeos y artículos en el canal de YouTube y en albertosoler.es. Y en todas las librerías nuestro libro “Hijos y Padres Felices”. ¡Un saludo!
Edad recomendada para dar el primer teléfono móvil a un niño
Es la pregunta del millón: ¿a qué edad le doy a mi hijo su primer móvil? Y no es una pregunta fácil de responder. Muchas familias cuando me lo preguntan se sorprenden al escuchar mi respuesta: que hay quienes dan un móvil a sus hijos ya con siete u ocho a ...
Superar la crisis de la mediana edad o la crisis de los 40 años
¿Llevas mal el paso del tiempo?, ¿cumplir años?, ¿la crisis de los 40? Pues siento decirte que nunca jamás vas a ser tan joven como eres hoy. Quizá eres de esas personas que tienen una relación muy complicada con el paso del tiempo; mala hasta el punto de ...
Es necesario perder el tiempo en la infancia
Muchas familias y educadores se quejan de que niñas y niños tienen demasiado tiempo libre, cuando la realidad es más bien al contrario: el tiempo de nuestras criaturas cada vez está más estructurado y lleno de actividades. ¿Por qué tenemos ese miedo al ti ...